Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Entre enero y julio de 2024, más de 7.500 estudiantes, docentes y personal escolar en Colombia fueron víctimas del conflicto armado, según un informe reciente del Consejo Noruego para Refugiados (NRC). La organización ha hecho un llamado urgente a los actores armados a detener los ataques que están interrumpiendo la educación en varias regiones del país.
Giovanni Rizzo, director de NRC en Colombia, describió la gravedad de la situación: “Imagínese que su clase es interrumpida por el sonido de balas impactando las paredes de la escuela y que su profesora le pida que se acueste en el suelo por su seguridad”. Este tipo de incidentes han ocurrido en al menos 10 de los 32 departamentos del país, afectando no solo el presente, sino también el futuro de miles de estudiantes.
El informe de NRC revela que los ataques a la educación aumentaron de 107 en los primeros siete meses de 2023 a 125 en el mismo periodo de 2024. La mayoría de estos ataques están relacionados con la ocupación militar de escuelas, el uso de minas antipersonales, municiones sin explotar y explosivos improvisados en las instituciones o en los caminos que conducen a ellas. Además, se han reportado casos de reclutamiento forzado de menores en su trayecto hacia las escuelas.
El departamento del Cauca es uno de los más afectados, con un preocupante incremento en los ataques a la educación. En los primeros siete meses de 2024, estos incidentes se triplicaron en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según el NRC, tres de cada 10 ataques reportados en todo el país ocurrieron en Cauca, donde la violencia de grupos armados ha escalado y las negociaciones de paz con el Gobierno permanecen estancadas.
Una profesora del municipio de Argelia, Cauca, describió la situación en una de las sedes educativas: “En este momento, un helicóptero está disparando cerca del corregimiento de Sinaí. Los enfrentamientos han sido constantes. Suena horrible, las bombas son fuertes. Es terrible”.
Necesidades urgentes y llamado a la comunidad internacional
Aunque las autoridades educativas han hecho esfuerzos por atender esta crisis, NRC informó que el 90% de los incidentes reportados siguen sin recibir la atención adecuada. Las principales necesidades incluyen mejorar la seguridad de los estudiantes y docentes, ofrecer primeros auxilios psicológicos, capacitar en riesgos de minas y reparar la infraestructura escolar.
“Es crucial que todos los actores armados respeten inequívocamente las escuelas y sus vías de acceso”, enfatizó Rizzo. “La voluntad de paz debe medirse también por la reducción de los ataques contra la educación”.
Colombia también requiere apoyo internacional. De los 16 millones de dólares solicitados para cubrir las necesidades educativas, aún se necesitan 9 millones. La comunidad internacional ha financiado 6,2 millones, pero esta cifra es insuficiente para garantizar la protección y continuidad de la educación en las zonas más afectadas por el conflicto.
El 9 de septiembre, en el Día Internacional para Proteger la Educación contra los Ataques, NRC instó a los países y organismos internacionales a reforzar su apoyo a la educación en Colombia, una herramienta vital para la construcción de paz y el futuro del país.
Datos clave del informe de NRC
- Entre enero y julio de 2024, 7.723 personas se vieron afectadas por ataques a la educación en las áreas donde NRC tiene presencia.
- Desde enero de 2022 hasta julio de 2024, más de 32.000 estudiantes, docentes y personal escolar fueron víctimas de ataques en el contexto del conflicto armado.
- El departamento del Cauca es la región más afectada, con una alarmante concentración de incidentes.
