ir al contenido

Cuando el águila es cazada por la mosca

‼️ Envianos tu denuncia o noticia
Versión Beta Reportar error

Resumen

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Espacio Publicitario
+ Google Noticias
+ Canal WhatsApp

Está fuera de ranking para debatir conmigo. Lo lamento mucho, lo lamento mucho. Pero esa es la verdad. Usted me llamó hasta ladrón delante del país, pero yo no la voy a ofender. Águila no caza mosca, diputada”- Chávez y Machado en su último enfrentamiento durante la última alocución del presidente a la Asamblea Nacional (Diario el País, 2012 medio digital Elpais.com/América)

Debo decir que este espacio, no es, ni más faltaba una tribuna para despotricar de las posturas políticas de grupos, ni mucho menos sentar cátedra sobre ideologías, ya que pienso que ni la Biblioteca de Alejandría, podría darle solución certera y antes que nada conciliadora, a tanta diversidad de pensamientos, la mayoría de ellos en flagrante controversia.

Es mi deseo hacer un retrato conceptual, analítico y crítico de un fenómeno cercano a nosotros como país, como sociedad históricamente conectada y que de una u otra manera nos afecta: ¿Es Venezuela una democracia real? o una Dictadura de pacotilla? ¿o más bien la autocracia de un sátrapa ignorante e insensible? La respuesta en ninguna medida será fácil.

Resultaría interesante hacer un recuento histórico del devenir político socialista en nuestro continente. La izquierda en Latinoamérica siempre ha defendido a las dictaduras que se dicen también de izquierda. En el pasado justificó las matanzas de Stalin en la Unión Soviética (URRS) y las de Mao en China. Defendió también a los regímenes dictatoriales de los países de Europa del Este bajo la hegemonía de la URSS y celebró la intervención de tropas soviéticas en Hungría y Checoslovaquia, para abortar la construcción de un socialismo democrático en esos países. (Tomado de la obra, Cómo mueren las democracias, libro escrito por los profesores de Harvard, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, 2018).

En América, las izquierdas oficiales siempre han defendido a la dictadura de Cuba y ahora también a las de Venezuela y Nicaragua. En todo momento han condenado a las dictaduras de derecha, pero nunca a las que se autodenominan como socialistas. En este orden de ideas se entiende como “dictadura”, según la RAE: Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales, con los siguientes sinónimos: tiranía, despotismo, autocracia, absolutismo, cesarismo, totalitarismo, fascismo. Lo anterior nos hace pensar que la dictadura no está ligada exclusivamente a una posición ideológica, ya que, a lo largo de la contemporaneidad, se han enquistado tanto en regímenes de derecha como de izquierda. Los abusos, las torturas, los juicios sumarios, los partidos únicos, las Constituciones inmoladas o “sobre plebiscitadas “o peor, hechas a imagen y semejanza del dictador, son entre otras, las características más relevantes de esta forma impura de gobierno, trayendo a colación, a mi aliado de batallas filosóficas, Aristóteles. Según este filósofo clásico una tiranía es la depravación de un gobierno que pudo iniciar siendo bueno, justo y popular (La Política, Aristóteles 330 a .C). Y lo anterior, a los ojos de expertos, es lo que ha pasado en la hermana república de Venezuela. De ese sueño Bolivariano, hambriento de cambio, que revivió en muchos el viejo anhelo de la UTOPIA.

Pero con la ventaja de que esa utopía americana no se iba a construir en una isla, con pocos recursos naturales y minerales, más allá del ingenio apabullante de los cubanos que como pocos han resistido valientemente un imaginario raído, que ya no les alcanza para tapar la pobreza y desaliento de su gente. Claro está el bloqueo económico ha influido en su precaria economía, aparte de que el bastión del socialismo en el mundo, la U.R.S.S (principal aliado), ya no existe como tal.

La nueva utopía, tenía petróleo, selva virgen, infraestructura vial como pocos países en el mundo, recursos naturales inimaginables, potencial industrial como pocos, en fin, la lista es larga para enumerar las características del que fuera en otrora, el cuarto productor de petróleo en el mundo. Venezuela era el país que más se acercaba a nivel económico a los Estados Unidos, por eso quizá fue un destino migratorio apetecido que vislumbraba prosperidad, convirtiéndose en una amalgama cultural que es fácil evidenciarla en su gente maravillosa.

Confieso que yo caí rendida ante el carisma populista de Hugo Chávez y su socialismo del siglo XXI-aunque al principio (se evidencia en entrevistas) negara que se decantaría por esa forma de gobierno. Lo demás es historia, que se concreta en más de dos décadas, de decrecimiento económico terrible y una hipermegainflación cuyo porcentaje es mejor ni mencionarlo.

Pero la cereza del pastel de toda esta debacle, es sin lugar a dudas, la diáspora humana, cuyas cifras ascienden a más de siete millones de venezolanos por todo el mundo (datos tomados del boletín de ACNUR), la mayoría de ellos en condición de refugiados y otro tanto pasando las de San Quintín, como reza el argot popular.

En estos momentos Venezuela está a punto de estallar y según los principales medios de comunicación del mundo, siendo que el pueblo que en el pasado gritaba y moría por CHAVEZ, hoy destruye sus estatuas. La gran líder actual que ha puesto el dedo en la llaga, en el tema electoral, a propósito de las elecciones presidenciales del pasado domingo 28 de julio, se llama María Corina Machado, aquella diputada de la derecha venezolana que el expresidente venezolano ubicaba como su antítesis: “Una burguesita de fina estampa”, un instrumento del imperialismo estadounidense. Y ella, por su parte, no renegaba de su oposición frontal al “régimen” que, decía, llevaría a Venezuela a convertirse en Cuba.

Ella era aquella insignificante “mosca”, mujer y burguesa, que se convirtió en la adversaría perfecta de la “Revolución Bolivariana”. La señora Machado, contaba con seguidores fieles, pero no iban más allá del círculo de la élite tradicional. Dos décadas más tarde, la política conservadora se ha convertido en la líder opositora que le quita el sueño al presidente Nicolás Maduro. Para algunos María Corina ha construido una estrategia de moderación y conciliación, que incluso ha manifestado como propuesta un “gobierno de transición”. Esta mujer, es una movilizadora de masas, como lo fue Hugo Chávez que amenaza tajantemente, con acabar con 25 años de chavismo. El mundo tiene los ojos puestos en Venezuela, y las opiniones en torno a la legitimación de la relección de Maduro, están divididas; pero llama la atención que contra todo pronóstico Presidentes de izquierda como el Chileno Gabriel Boric Font, no ve con mucho beneplácito ni credibilidad, este triunfo del presidente venezolano, teniendo en cuenta, la apabullante movilización de las “masas” en torno a la figura del candidato Edmundo González Urrutia.

La democracia real no es solo de urnas, cuando los regímenes [de derecha o izquierda] son dueños absolutos de los entes que controlan el Sistema electoral. En Venezuela y lo grita la gente, desde antes de esta última contienda política, no hay probidad, ni transparencia ni objetividad en CNE. La verdadera democracia se vio en las calles, como nunca antes se había visto en América latina.

No daré contestación al cuestionamiento planteado al inicio de esta columna, dejaré que cada lector asuma su postura, ojalá no con pasión más bien con argumentos.

Finalizo mi artículo, con esta frase del Libertador Simón Bolívar a propósito de los que pretenden “atornillarse” en el poder: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder”,  Simón Bolívar, en su discurso de Angostura, 1819.

Doris M. Ortega Galindo, Abogada y docente investigadora.

Más reciente

Reconstruyendo el liderazgo radial de los santandereanos

Reconstruyendo el liderazgo radial de los santandereanos

Las plataformas digitales cambiaron el panorama informativo en Santander, generando preocupación entre emisoras tradicionales. El uso de nuevas tecnologías no reguladas ha causado malversación de fondos. Hay un llamado para valorar la radio local como pilar cultural y comunicativo.

Miembros Público
Primer lustro del llamado celestial

Primer lustro del llamado celestial

Se conmemora el quinto aniversario de la partida de María Cecilia Medina de Mantilla, recordada con amor por sus hijos, nietos y bisnietos. Se expresa nostalgia, esperanza y la certeza de que su presencia espiritual perdura. Solicitan paz y consuelo, con la promesa de nunca olvidarla.

Miembros Público
Trump y América Latina

Trump y América Latina

Trump planea intensificar la lucha contra el narcotráfico, endurecer políticas migratorias y ejercer presión sobre América Latina. Su administración tendrá poca tolerancia hacia gobiernos que no colaboren, el acercamiento a China y regímenes como el de Caracas.

Miembros Público