Cuidado con las indignidades

Por: Silvia Estupiñán Godoy

Últimamente los colombianos hemos podido ver por televisión los frecuentes “Consejos de Ministros” que se han convertido en un escenario de constantes alocuciones presidenciales, los cuales han sido cargados de iterados comentarios inapropiados para un presidente de la república.

Según definición de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) presidente es aquella persona que preside un Gobierno, consejo, tribunal, junta, sociedad, acto, etcétera; entendiendo que presidir es similar a dirigir o gobernar. Entonces así, un presidente, gobernante o dirigente de una nación es justamente la persona que lidera el rumbo de su país. 

Por otro lado, los Consejos de Ministros por significado son los órganos de coordinación de los asuntos generales de un gobierno y tienen como finalidad organizar y agilizar el despacho de los aspectos de la Administración Pública en beneficio de los intereses generales de la Nación y al servicio de los ciudadanos, en resumidas cuentas, son las reuniones donde el Presidente en compañía de su gabinete debate las decisiones fundamentales del país; y es que hablémoslo en términos de legitimidad, el Consejo de Ministros está establecido desde 1923 en la normatividad Colombiana, bajo la Ley 63 de 1923 “por la cual se organiza el Consejo de Ministros”, como también en la Ley 489 de 1998 en su artículo 47 y el Decreto 0823 de 2012 “por el cual se reglamenta el funcionamiento del Consejo de Ministros”.

Ahora bien, hablemos de alocución presidencial, entendiendo que su significado es que es el discurso público que ofrece el presidente de un país para dirigirse de manera oficial a la ciudadanía, se transmite por radio, televisión y medios digitales, y suele emplearse en “circunstancias especiales”, tengamos en cuenta que su transmisión es pagada directamente con recursos públicos del Estado.

Siendo esto así, ¿Creen ustedes que a tan alta dignidad para un órgano como el Consejo de Ministros se le puede minimizar tanto la importancia como para convertirlo en alocución presidencial constante invadida de comentarios fuera de modo, tiempo y lugar y demasiado inapropiados para la dignidad de quien es el Presidente de un país? ¿Consideran que es correcto para el buen uso de los recursos públicos pagar largas transmisiones de todos los Consejos de Ministros y los actos oficiales del presidente haciéndolos pasar como alocución presidencial cuando no lo son? ¿Les parece que es adecuado y apropiado el vocabulario y las expresiones utilizadas por el señor Presidente en sus constantes discursos a los colombianos y así como en los Consejos de Ministros?

Creo que estas y otras preguntas al respecto deben estar presentes en el debate político, teniendo en cuenta que se avecina la época electoral de unas candentes campañas legislativas, cargadas de muchas emociones, que serán el primer eslabón en la campaña a la presidencia en el 2026 en nuestro país, ya de por sí más polarizado que en las pasadas elecciones de 2022. Que no se nos olvide que la dignidad y majestad de un cargo o corporación debe estar basada en el respeto por el mismo, y el respeto por todos los ciudadanos.