Culpan a la Selección Colombia por el bajo desempeño de James Rodríguez en México
Resumen
James Rodríguez enfrenta críticas en León, México. Aunque brilla con la Selección Colombia, su rendimiento en el club es intermitente. La ausencia en un partido clave aumentó las dudas sobre su compromiso y futuro en la Liga MX.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El presente de James Rodríguez en el fútbol mexicano está marcado por un contraste doloroso: mientras brilla con la Selección Colombia, en el León de México se acumulan las críticas, los cuestionamientos y la incertidumbre sobre su continuidad.
El volante cucuteño, que llegó a la Liga MX como fichaje estelar y rápidamente se ganó la capitanía de la ‘Fiera’, atraviesa ahora su momento más difícil desde que aterrizó en el país azteca. Su ausencia en la goleada 5-0 sufrida frente a Tijuana por la novena fecha del Torneo Apertura encendió todas las alarmas: el equipo se desplomó, el proyecto de Eduardo ‘Toto’ Berizzo tambalea y la figura del ‘10’ se ve cada vez más erosionada por la distancia entre lo que entrega a su club y lo que rinde con la Tricolor.
Del liderazgo al desconcierto
En el semestre anterior, James fue uno de los motores del León, con participaciones claves que lo catapultaron al rol de líder y capitán. Sin embargo, en el Apertura el panorama cambió drásticamente. Apenas suma 140 minutos en nueve jornadas, una cifra que refleja su intermitencia.
La última excusa oficial de su ausencia en Tijuana fue “darle un respiro” tras el parón internacional, en el que disputó minutos decisivos con Colombia y anotó gol en la victoria 3-0 frente a Bolivia. Pero en México la explicación no convenció: medios y aficionados sostienen que James no quiso jugar en cancha sintética, un detalle que abrió lo que algunos llaman una “grotesca polémica”.
El medio francés FootMercato recogió la controversia y advirtió que, en territorio mexicano, ya se habla de una “falta de compromiso” del colombiano con su club.
Un León herido y un capitán en entredicho
La goleada sufrida en Tijuana dejó al León en el décimo lugar de la tabla, la última casilla que permite pelear por la fase final. El desempeño del equipo ha encendido la paciencia de la afición, que reprocha tanto al plantel como al cuerpo técnico.
La ausencia de James, que debería ser el faro del equipo, se convirtió en símbolo de un proyecto en crisis. Ni la inclusión de Funes Mori en el ataque, ni el esfuerzo de jóvenes como Jordi Cortizo o Daniel Arcila evitaron la debacle.
Para los hinchas, el contraste es evidente: mientras con Colombia James muestra liderazgo y peso en la cancha, en México se repite el patrón de otros clubes de su carrera reciente, donde las lesiones, las decisiones médicas y las dudas sobre su compromiso han frenado su continuidad.
El contrato de James con León vence en diciembre de 2025, y todo apunta a que su ciclo podría terminar allí. Para el jugador, el desenlace es crucial: mantener ritmo competitivo en un club será indispensable de cara al Mundial 2026, donde aún sueña con ser protagonista con la Selección Colombia.
Si no logra consolidarse en el cierre de este semestre, la búsqueda de un nuevo destino futbolístico será inevitable.
Entre la esperanza y la crítica
Lo que parecía una apuesta ganadora para el León hoy se percibe como un riesgo que no termina de dar frutos. James Rodríguez pasó, en cuestión de meses, del cielo al infierno: de ser fichaje estelar, referente y capitán, a cargar con la etiqueta de jugador intermitente y polémico.
La prensa mexicana, cada vez más dura, resume la sensación generalizada: James “ha vuelto a las andadas”. La afición, por su parte, espera una reacción inmediata que le devuelva confianza al equipo y evite que el Apertura termine en desastre.
El futuro del ‘10’ se juega en semanas decisivas. Si logra encadenar regularidad y liderazgo, podría salvar su paso por México; de lo contrario, el León sería apenas otro capítulo turbulento en la carrera de un futbolista que parece condenado a vivir entre los destellos de su talento y las sombras de su irregularidad.