Daniel Quintero: entre la lealtad al petrismo y la disputa por el liderazgo del CAMBIO
Resumen
Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, se perfila como un líder prominente del progresismo colombiano. Se propone garantizar la continuidad del cambio iniciado por Petro, enfrentando divisiones internas y apostando por políticas de seguridad modernas e inclusión social.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El panorama político colombiano comienza a definirse con la aparición de nuevas figuras y movimientos que buscan encarnar la continuidad del proyecto de cambio impulsado por el presidente Gustavo Petro. En ese escenario, el exalcalde de Medellín Daniel Quintero Calle se posiciona como una de las voces más visibles de una corriente progresista que pretende reorganizarse de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
Durante un reciente encuentro político, Carlos Sotomonte, excandidato a la Alcaldía de Bucaramanga y activista ambiental, y Juan David Duque García, jefe de debate de Quintero, abordaron los principales desafíos del país, las divisiones dentro del Pacto Histórico y la necesidad de construir una izquierda que, según ellos, sea más pragmática y menos dogmática.
“Daniel Quintero es el hombre más leal al presidente Petro”

Sotomonte explicó que su adhesión al movimiento liderado por Quintero no obedece a oportunismo político, sino a una convicción sobre la coherencia del exalcalde frente al gobierno nacional. “Daniel Quintero es el hombre que ha sido más leal al presidente Petro. No ha dudado en defender sus banderas y es el único que puede garantizar la continuidad del cambio en 2026”, aseguró.
El líder santandereano también reconoció que el petrismo enfrenta un proceso de desgaste interno, originado por divisiones en la coalición. “Veo a Iván Cepeda muy tibio, alejándose del presidente Petro, y a Gustavo Bolívar actuando como una manzana podrida que está pudriendo el corazón de la campaña”, dijo, refiriéndose a los roces entre las diferentes corrientes del Pacto Histórico.
La pugna interna del Pacto Histórico
Según Sotomonte, la contienda dentro del Pacto Histórico para definir un candidato presidencial se reduce a tres nombres: Daniel Quintero, Carolina Corcho e Iván Cepeda. Sin embargo, aseguró que el respaldo popular se concentra en los dos primeros. “De cien personas con las que hablo, noventa me mencionan a Daniel y a Carolina. No me encuentro mucha gente que diga que votará por Cepeda”, afirmó.
De Carolina Corcho, exministra de Salud, destacó su formación técnica y su compromiso social, pero subrayó que Quintero representa una corriente más dinámica dentro del progresismo. “El país necesita alguien que combine firmeza, resultados y lealtad, y eso lo encarna Daniel”, puntualizó.
Sotomonte también recordó que Quintero “ha demostrado coherencia incluso en momentos difíciles”, citando la reciente suspensión de su visa estadounidense tras apoyar las denuncias del presidente Petro sobre el genocidio en Gaza. “Eso muestra que no le teme a las consecuencias de su postura”, agregó.
Seguridad con inteligencia y justicia social

Por su parte, Juan David Duque García, jefe de debate de Quintero, expuso una visión centrada en la gestión pública y los resultados obtenidos durante la administración de Medellín. “En esa ciudad conviven el 48% de los grupos armados del país, y aun así se redujeron los homicidios en un 42%. Lo logramos no solo con policía, sino con oportunidades, educación y tecnología”, aseguró.
Duque defendió la propuesta de instalar un millón de cámaras de seguridad con inteligencia artificial en todo el territorio nacional, argumentando que se trata de una estrategia que combina innovación con control ciudadano. “Queremos una política de seguridad moderna, basada en datos, no en discursos. La violencia no se combate solo con armas, sino con información y justicia social”, explicó.
El dirigente cuestionó abiertamente la gestión del ministro de Defensa Iván Velásquez, señalando que “fue un error su nombramiento, porque no fortaleció las instituciones para dialogar en condiciones de autoridad con los grupos ilegales”.
Narcotráfico y transformación del conflicto armado
Sotomonte y Duque coincidieron en que el conflicto colombiano ha mutado y que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) perdió su razón política original. “El ELN hoy trabaja de la mano con el Clan del Golfo y con oficinas del narcotráfico. Ya no hay lucha ideológica, solo negocio”, aseguró Duque.
Para Sotomonte, esta situación implica un cambio de paradigma: “Antes las guerrillas querían tomarse el poder; ahora los grupos armados solo buscan dinero. Esa diferencia los hace más fáciles de derrotar, siempre que el Estado actúe con inteligencia y unidad”.
Una izquierda materialista y soberana
Ambos dirigentes defendieron la idea de una izquierda “materialista, no identitaria”, centrada en los problemas reales de la ciudadanía. “Nos preocupan los problemas del pueblo, no las disputas teóricas o las causas que dividen. El cambio debe ser tangible”, afirmó Sotomonte.
Duque complementó esa postura con una crítica a las visiones que justifican dictaduras o autoritarismos desde la ideología. “En Venezuela hay una dictadura, pero también en Perú y Ecuador, donde se robaron las elecciones. No apoyamos ninguna forma de tiranía, venga de donde venga”, sostuvo.
En el mismo sentido, destacó la importancia de preservar la soberanía nacional frente a intereses extranjeros. “No vamos a regalar ni un centímetro de tierra como cuando se perdió Panamá o el mar de Nicaragua. Colombia debe gobernarse desde Colombia”, enfatizó.
“Las lavadoras no son populismo, son dignidad”

Uno de los temas más debatidos de la agenda de Quintero ha sido la propuesta de entregar cuatro millones de lavadoras a hogares vulnerables, iniciativa que ha sido calificada por sus críticos como populista. Duque defendió la medida señalando que responde a una realidad social ignorada. “El 48% de los hogares no tiene lavadora y las mujeres gastan hasta ocho horas a la semana lavando a mano. Eso no es populismo, es dignidad y tiempo para la familia”, argumentó.
Recordó que propuestas similares, como la entrega de computadores a los estudiantes en Medellín, también fueron ridiculizadas antes de mostrar sus resultados. “Se entregaron más de 130 mil computadores y eso transformó la educación pública. Las lavadoras buscan el mismo principio: reducir desigualdades desde lo cotidiano”, afirmó.
Ambos coincidieron en que el movimiento de Quintero no pretende fracturar el petrismo, sino garantizar su continuidad bajo nuevos liderazgos. “Hay más petrismo que izquierda, así como hubo más uribismo que derecha. Daniel representa ese espíritu popular que no se rinde y que quiere mantener vivo el cambio”, concluyó Sotomonte.