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De Hobbes, el contrato social y Roberto Baggio

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Resumen

El autor critica al gobierno y argumenta que la idea del contrato social de Thomas Hobbes es malinterpretada. Sostiene que la gente razonable debería consentir un gobierno, no para que le deba cosas, sino para establecer un orden y evitar el "estado natural" y brutal descrito por Hobbes.

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Por: Edgar Julián Muñoz González

Tradicionalmente, la idea central del contrato social es la noción de consentimiento. ¿Qué es lo que la gente consiente? Pues es necesario profundizar en el significado, ya que con este gobierno todo es palabrería insulsa sin explicarle al pueblo su significado. El creador de lo que consideramos la teoría moderna del contrato social es Thomas Hobbes. Por allá, en 1651, escribió un ladrillo llamado “Leviatán”. Hobbes vivió de 1588 a 1679, algo inusual para aquellos días, y muchos académicos piensan que ideó la mayor teoría política jamás escrita.

Entonces, cuando Hobbes habla de consentimiento, contrato social, acuerdo, en realidad no es lo que la gente realmente acepta, sino lo que es racional para la gente estar de acuerdo. Lo que cualquier persona racional aceptaría es el núcleo de su argumento, es decir, no se trata de lo que la gente de hecho acepta, sino de lo que de hecho hizo. En palabras más sencillas, el tipo creía que cualquier persona que piense con claridad, que reflexione sobre cómo es vivir sin gobierno, debería estar de acuerdo con tenerlo y respetarlo. Que someterse a un soberano absoluto es mejor que vivir en estado natural, crudo, sin administración ni autoridad.

Lo curioso es que el hombre veía dos obstáculos para que la gente entendiera su argumento: uno, las universidades y, dos, los comerciantes y políticos que tenían sus propias agendas. Aunque Hobbes era un gran erudito desde cualquier punto de vista, sentía un desprecio absoluto por las universidades que no dejaban pensar correctamente al estudiante. Por lo tanto, la combinación de ambos, académicos y políticos, engañaban a la gente común para dificultarles ver qué es racional. ¿Me siguen? ¿Nada parecido a lo que pretende el gobierno Petro?

Entonces, el acuerdo del que habla Hobbes, y esta es uno de los primeros elementos que la gente a menudo malinterpreta sobre el contrato social, no es un acuerdo entre el pueblo y la constitución, en donde el Estado nos debe ciertas cosas. Hobbes es inequívoco en cuanto a que el acuerdo es entre la gente, entre nosotros, para entregarlo a un tercero. El acuerdo es entre el pueblo, no entre el pueblo y el gobierno. El gobernante que venga a romper ese acuerdo, a quitarnos libertades, merece varios cachetadones.

Y cuando da su cuenta del porqué la gente debería estar dispuesto a hacer eso, él dice: piense en el estado de naturaleza, en cómo es realmente vivir sin gobierno. Y aquí hay eco en la descripción que hace Hobbes del estado de naturaleza: “… En tal condición no hay lugar para la industria, porque el fruto de ella es incierto, y en consecuencia no hay cultura de la tierra. No hay navegación, no hay uso de las mercancías que pueden importarse por mar, no hay vida cómoda, no hay instrumentos para mover y sacar cosas que requieran mucha fuerza; ningún conocimiento de la faz de la tierra; sin cuenta del tiempo; ni artes, ni letras, ni sociedad. Y lo peor de todo es el miedo continuo y el peligro de muerte violenta. Y la vida del hombre es solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”.

Ahora, el problema de cederle ese poder a un gobierno socialista es que comienzan a filosofar desde el marxismo y la teoría de la explotación. No es nada raro que nuestra ministra de trabajo quiera inventarle abuso en las empresas. Esa es su ideología, más errada que el penalti de Roberto Baggio en el 94. El presidente tratando de justificarla demuestra su ignorancia al quedarse en una teoría fallida. Pero ¿Qué se puede esperar de alguien que gobierna en Twitter, es impuntual, niega el hijo y no da la cara? Por ahora, terminemos el año. Todos queremos que las cosas salgan bien, aunque la estadística nos aleje de los buenos deseos. Feliz año.

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