De la Espriella se consolida como uno de los principales contendores a la presidencia en 2026

Abelardo de la Espriella se consolida como uno de los candidatos más fuertes dentro del espectro conservador y opositor, gracias a una combinación de discurso contundente, propuestas claras en materia de seguridad y economía, y una estrategia política que busca la unidad del sector anti-Petro. Este jueves visitó Bucaramanga y ante cientos de empresarios y comerciantes socializó parte de su propuesta de gobierno para Colombia.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE

En medio de un panorama político fragmentado y polarizado, la figura del abogado monteriano Abelardo de la Espriella irrumpe con fuerza en la contienda presidencial para las elecciones de 2026 en Colombia.

Su candidatura, oficializada el 16 de julio de 2025 ante la Registraduría Nacional con el comité “Defensores de la Patria”, ha despertado gran expectativa y cuestionamientos sobre qué propone realmente este litigante penal, conocido por su defensa a figuras del uribismo y su estilo confrontacional.

Abelardo de la Espriella vuelve a Colombia y tras varios años residiendo en el extranjero, argumentando que el país atraviesa “sus horas más oscuras”. Su llegada no es casualidad ni un mero capricho: su aspiración presidencial se fundamenta en una narrativa que apela a la seguridad, la reactivación económica y la lucha contra la corrupción como pilares para enderezar al país.

Su estrategia la socializó este jueves en Bucaramanga ante cientos de empresarios y comerciantes santandereanos, a quienes aseguró que apunta a capitalizar el desencanto con el gobierno actual de Gustavo Petro y aglutinar a la oposición, especialmente a votantes conservadores y sectores que añoran la “doctrina de los tres huevitos” del expresidente Álvaro Uribe seguridad democrática, inversión social y confianza inversionista, a quien incluso ha propuesto como compañero de fórmula en una eventual coalición.

Mano dura y seguridad

El principal sello de De la Espriella es su promesa de mano dura contra la criminalidad, un mensaje que mezcla patriotismo y una firme determinación por “poner orden donde hoy reina el caos”. En varias entrevistas y en su comunicación pública, ha sido enfático en que con apenas ocho meses de “decisión y cumplimiento de la ley” se podría revertir la inseguridad.

Su plan incluye la aplicación estricta de la “Ley 556”, conocida como “la ley del fusil”, contra la delincuencia común y organizada. Sostiene que dará “sometimiento judicial” a las estructuras criminales, pero que “quien no se someta, será dado de baja”, replicando y hasta superando el modelo de “tolerancia cero” que se ha visto en El Salvador con Nayib Bukele.

Complementa esta agenda con la modernización de la Policía Nacional, el uso de tecnologías como analítica de datos y drones para patrullaje preventivo, y la creación de cárceles de máxima seguridad para los cabecillas reincidentes.

Reactivación económica

Abelardo de la Espriella no solo habla de seguridad; su proyecto también propone una reactivación económica estructurada sobre tres pilares:

·         Confianza inversionista renovada: Incentivos tributarios temporales para atraer capital extranjero, especialmente en sectores de tecnología e infraestructura.

·         Economía digital: Convertir a Colombia en un hub regional para fintech y startups, apoyado en la implementación de conectividad 5G y programas de capacitación en programación para jóvenes.

·         Reformas sociales focalizadas: Ajustes en el sistema de salud para fortalecer la atención primaria, y una ambiciosa “revolución educativa” que triplique la jornada escolar en zonas rurales, todo financiado a través de alianzas público-privadas. Este enfoque económico busca replicar la lógica uribista de seguridad que genera confianza para atraer inversión, la inversión que financia gasto social y así cerrar brechas sociales.

Construcción política: firmas, coaliciones y campaña mediática

El movimiento político “Defensores de la Patria” ya cuenta con 100.000 simpatizantes y se ha fijado la meta de alcanzar tres millones de firmas antes de diciembre de 2025 para oficializar su candidatura como independiente y mostrar músculo frente a los partidos tradicionales.

De la Espriella propone la formación de una “gran coalición patriótica” que excluya explícitamente al presidente Gustavo Petro y a sus aliados, abarcando desde sectores conservadores hasta evangélicos. Esta coalición pretende ser el gran bloque opositor que se enfrente al actual gobierno y que defienda la institucionalidad.

Su campaña combina un fuerte componente mediático con videos virales y giras regionales, en las que se promueve la mano dura contra la corrupción en todas las instancias de gobierno.

Aunque en encuestas recientes figura con un modesto 1,1 % de intención de voto, su equipo confía en crecer capturando el voto desencantado con la izquierda y posicionándose como el candidato que puede “mandar un mensaje de fuerza”.

Resultados rápidos y cero tolerancia a la ineficiencia

En una entrevista concedida en agosto de 2025 a Olímpica Stereo, De la Espriella adelantó detalles de su plan de gobierno, marcado por un estilo directo y pragmático. Aseguró que no hará promesas que no pueda cumplir y se comprometió a permanecer en Colombia durante sus cuatro años de mandato, en contraste con otros políticos a quienes critica por supuestos viajes y desconexión con el país.

Uno de sus puntos más destacados es la instauración de un sistema de “Puestos de Mando Unificados” en cada uno de los 32 departamentos, con tablas de resultados claras y transparentes. En palabras del precandidato: “Quien no entregue resultados, se va”. Todo ello respaldado por una “táctica efectiva” para asegurar el cumplimiento de metas.

De la Espriella se comprometió a hacer tres cambios urgentes en sus primeras 16 horas en el poder, asegurando que estas medidas serán tan contundentes que harán que los colombianos se sientan orgullosos de su voto. Su mensaje es tajante: “No he venido aquí a arrodillarme ni a negociar con los enemigos de Colombia. He venido a enfrentarlos, a derrotarlos y a castigarlos”.

Alianzas y diversidad política: un llamado a la unidad opositora

El abogado ha insistido en la necesidad de construir una alianza opositora amplia, excluyendo solo a quienes considera responsables de la crisis nacional, en particular al presidente Petro y sus “cómplices”. La idea es agrupar a todos los sectores dispuestos a defender la democracia, la libertad y la institucionalidad.

De la Espriella ha manifestado apertura para incorporar a figuras de diferentes orígenes, incluso a personas con quienes ha tenido diferencias, como la periodista Vicky Dávila. Su visión apunta a que la multiplicidad de candidatos fortalece la democracia, siempre que exista el compromiso de unirse para derrotar a lo que denomina un “Gobierno desastroso”.

Su relación con el Centro Democrático y el respaldo del expresidente Álvaro Uribe se basan en “valores y principios fundacionales”, priorizando la seguridad, la salud, la lucha anticorrupción y el fortalecimiento de la fuerza pública por encima de la ideología estricta.

Hay que decirlo, su estilo confrontacional y su uso de la “mano dura” como bandera podrían polarizar aún más el escenario político colombiano, en un momento donde el país enfrenta retos complejos en materia social, económica y de gobernabilidad.

Su éxito dependerá, en gran medida, de su capacidad para ampliar su base de apoyo más allá de los sectores tradicionales y de demostrar que su gobierno podrá cumplir las promesas de resultados inmediatos y control efectivo de la criminalidad sin sacrificar derechos ni garantías.