Desde sus raíces indígenas del Putumayo a Hollywood
Resumen
Kamoru, artista colombiano, fusiona la música clásica y ancestral, logrando reconocimiento internacional. Tras estudiar en Berklee, se destacó por colaboraciones en Miami y fue guiado por figuras de la industria musical. Ahora, se consolida como ingeniero de mezcla y productor.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La travesía musical de un colombiano que conquistó a la industria. Joan González, también conocido como Kamoru, es un artista colombiano cuya carrera musical tomó un rumbo transformador durante su tesis de antropología con la comunidad indígena Kamëntsá.
En el corazón del Putumayo, redescubrió su vocación artística al integrar su formación en violín clásico con la música ancestral de la región. El punto de quiebre llegó cuando, junto a su familia adoptiva indígena, se presentó en tarima como telonero de Los Kjarkas, la agrupación folklórica más importante de Bolivia.
Desde entonces, su carrera ha sido un viaje apasionante que entrelaza sus raíces con la música contemporánea. Participó en Hip Hop al Parque frente a más de 10.000 personas con Clan Hueso Duro, fue seleccionado por el Festival Centro como uno de los Jóvenes Talentos, y ganó una beca en EMMAT, donde comenzó a desarrollar su voz como compositor y productor.
Poco después, fue seleccionado para una residencia artística en Cali y Timbiquí, una experiencia vital donde escribió la canción con la que audicionaría a Berklee College of Music. Aquella composición no solo le valió una beca internacional en la gira mundial de audiciones de Berklee, sino que años más tarde fue galardonada como parte del prestigioso Berklee Revelation Records 2020, que destaca las obras más sobresalientes del talento emergente de la universidad.
Técnico y artístico
Durante su formación en Berklee, Kamoru fue guiado por leyendas vivas de la industria musical. Prince Charles Alexander, productor e ingeniero de gigantes como Notorious B.I.G., Aretha Franklin y Sting, le enseñó que hacer música es tan técnico como artístico.

También tuvo el privilegio de estudiar con Susan Rogers, la ingeniera de sonido de Prince en el álbum Purple Rain, y con Sean Slade, el coproductor del mítico Creep de Radiohead, de quien aprendió el valor de capturar la magia del ensamble en el estudio.
Ya graduado, Kamoru se trasladó a Miami, donde fue recibido como asistente en MorPlay Studios, bajo la dirección de Frank Socorro, el legendario ingeniero de Amy Winehouse (Back to Black) y Lauryn Hill. Allí, Kamoru no solo perfeccionó su técnica, sino que tuvo acceso a un conocimiento íntimo y privilegiado sobre el trabajo en estudio de algunas de las artistas más influyentes del siglo XXI. Frank, también colaborador de Karol G, Julio Iglesias, Nas y Tego Calderón, se convirtió en un mentor y confidente clave.
Ingeniero de mezcla y productor
Uno de los momentos más memorables de su carrera llegó en Igloo Music, la compañía de Gustavo Borner, el ingeniero latino con más Grammy en la historia (4 Grammy Americanos y 11 Latin Grammy). Junto a él, Kamoru trabajó en la edición de sonido de series para Netflix, presenció sesiones de mezcla para producciones de A24 como Dicks: The Musical, y vivió experiencias de película, literalmente: recibió a Timothée Chalamet durante la grabación de A Complete Unknown, el biopic de Bob Dylan, y tuvo el privilegio de compartir espacio con Salma Hayek y Neve Campbell, la icónica protagonista de Scream.
En el camino también ha compartido escenario con figuras como Daymé Arocena, voz líder del jazz latino contemporáneo, Tony Succar, ganador de un Grammy y dos Latin Grammy, y Oscar D’León, leyenda de la salsa, con quien también hizo coros.
Hoy, Kamoru inicia una nueva etapa como ingeniero de mezcla y productor, decidido a abrirse paso entre los grandes de la industria con una propuesta que une el poder de sus raíces latinoamericanas con una visión moderna y global.