Resumen
La explosión de una cámara hiperbárica en Michigan causó la muerte de un niño de 5 años y dejó a su madre herida. La clínica incumplió protocolos de seguridad, llevando a la captura de cuatro personas por negligencia.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Un niño de 5 años, identificado como Thomas Cooper, perdió la vida el pasado 31 de enero luego de una explosión dentro de una cámara hiperbárica en el Oxford Center, una clínica en los suburbios de Detroit, Michigan. Su madre, quien lo acompañaba durante la terapia, resultó herida al intentar salvarlo.
El incidente ha conmocionado a la comunidad y ha llevado a la captura de cuatro personas, quienes ahora enfrentan serias acusaciones por la negligencia que habría provocado la tragedia.
Según la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, el incendio dentro de la cámara hiperbárica ocurrió en cuestión de segundos. “Una simple chispa provocó un incendio que se cobró la vida de Thomas casi de inmediato”, explicó en una rueda de prensa.
Nessel enfatizó que los incendios dentro de estos dispositivos suelen ser fatales, razón por la cual existen estrictos protocolos de seguridad para prevenirlos. Sin embargo, la clínica habría incumplido estas normas, poniendo en riesgo a sus pacientes.
Las autoridades han detenido a Tamela Peterson (58 años), fundadora y directora del centro, quien enfrenta cargos de asesinato en segundo grado.
Otros implicados incluyen a:
- Gary Marken (65 años), gerente de la clínica, acusado de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario.
- Gary Mosteller (64 años), gerente de seguridad, quien también enfrenta los mismos cargos.
- Aleta Moffitt (60 años), operadora de la cámara hiperbárica, acusada de homicidio involuntario y de falsificar información médica.
Los detenidos están a la espera de comparecer ante el tribunal de distrito de Troy, Michigan. La investigación ha revelado que el Oxford Center podría haber estado ofreciendo terapias no acreditadas para tratar condiciones médicas en niños. Según la fiscal Nessel, la clínica operaba sin los debidos permisos y ponía en peligro a los menores con procedimientos que carecían de respaldo científico, todo con fines de lucro.
El abogado de Marken, Raymond Cassar, aseguró que su cliente está en shock por la acusación y argumentó que se trató de un “trágico accidente”, no de un acto intencional. Por su parte, la abogada de Moffitt, Ellen Michaels, se negó a hacer declaraciones antes de la comparecencia de su defendida.