Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Entre los primeros actos de locura del gobierno nacional que se instaló hace veinticinco meses en el Palacio de Nariño estuvo el nombramiento de una licenciada en sicología como Ministra de Minas y Energía, con el exclusivo propósito de suspender la actividad exploratoria que adelantaba la Empresa Colombiana de Petróleos y con el pretexto de acabar con la producción de combustibles de origen fósil para organizar la transición energética hacia la producción de la energía solar y de la energía eólica.
El presidente Gustavo Petro, que fue elegido con los votos del sindicato petrolero de la USO y de otras organizaciones sindicales, ordenaba la suspensión de una fuente de empleo, acaso la mas productiva para el país, con la suspensión de las licencias de exploración en Campo Platero de Puerto Wilches y en Campo Coyote de San Vicente de Chucurí, donde se ordenaba utilizar el sistema ‘Fracking’ perforando la corteza terrestre a gran profundidad del subsuelo, para explotar y refinar el petróleo subyacente en las capas tectónicas de una región inundada de hidrocarburos.
La reducción de las utilidades de Ecopetrol en un cuarenta por ciento (40%) anual el año pasado fue la respuesta a las locuras del nuevo gobierno, que quiso aparecer como el líder mundial de la sustitución de combustibles de origen fósil por los nuevos combustibles de origen biológico. En la escogencia del nuevo presidente de ECOPETROL, en remplazo de Felipe Bayon, que ha sido uno de los más exitosos funcionarios de la compañía petrolera estatal, le entregaron la presidencia de la compañía al ingeniero Ricardo Roa y cambiaron a los miembros de la junta directiva, para cumplir con los objetivos políticos de colocar en su remplazo a los mas agresivos lideres sindicales de la USO.
Ahora que se conocen las consecuencias de la nueva política petrolera del país, en medio de la crisis de ECOPETROL por la baja producción de hidrocarburos, han tenido que pedirle a Venezuela que le venda a Colombia gasolina y gas natural, porque las reservas se están agotando y existe un extraño maridaje con el vecino país, para darle aliento a la economía venezolana, en vez de mejorar la producción de combustibles en Colombia.
Tras la decisión de Ecopetrol de restringir temporalmente la venta de gas vehicular a 13 empresas, para darle prioridad a las generadoras térmicas y garantizar el suministro de energía al país, algunos sectores políticos cuestionaron el gobierno de Gustavo Petro. El representante a la cámara del Centro Democrático, Hernán Cadavid, aseguró que esta decisión es una muestra más de la inestabilidad del gobierno Petro. “Nuevamente Ecopetrol en cabeza del señor Roa, con todas las dificultades, señalamientos y presunta corrupción, vuelve y le queda mal al país”, dijo el funcionario.
