ir al contenido

Día sin Carro debe tener equilibrio entre medio ambiente y economía

‼️ Envianos tu denuncia o noticia
Versión Beta Reportar error

Resumen

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Espacio Publicitario
+ Google Noticias
+ Canal WhatsApp

El debate sobre el Día sin Carro y Moto previsto para el 25 de septiembre en Bucaramanga ha generado un intenso intercambio de opiniones entre los gremios económicos y la administración municipal.

Encabezados por Fenalco Santander, los comerciantes han solicitado la suspensión del evento y citan la difícil situación económica que enfrentan, derivada de paro camionero de cuatro días, cierres viales por Feria Bonita y otros eventos, han minado la resistencia del comercio local, porque las ventas han caído de modo constante a lo largo del año.

Es innegable que la movilidad y la sostenibilidad ambiental son temas de vital importancia en cualquier ciudad moderna. Sin embargo, también es esencial considerar el contexto en el que se desarrollan estas iniciativas.

Los comerciantes argumentan con razón que el mes de septiembre ya ha sido complicado y que, ante un escenario de ventas menguantes, el Día sin Carro podría ser un golpe adicional a su ya frágil situación.

Por ello, proponen la realización de un cabildo abierto donde se discuta de manera amplia y concertada la fecha del evento. Esta es una solicitud razonable, ya que la participación de todos los actores involucrados es clave para tomar decisiones que beneficien tanto al medio ambiente como a la economía local.

Se hace necesario encontrar un equilibrio que permita a la ciudad avanzar hacia un futuro más sostenible sin sacrificar la viabilidad económica de sus habitantes, sobre todo de los comercios, de toda índole, que han trabajado a la baja durante el presente año.

Es fundamental que para sus reclamos los comerciantes, además de solicitar cambios, presenten propuestas concretas y basadas en datos. El análisis científico y las cifras son herramientas indispensables para sustentar cualquier solicitud.

La voz del comercio es importante, pero debe ir acompañada de estudios que muestren el impacto real de tales eventos en sus operaciones. No se trata simplemente de imponer una postura por capricho, sino de buscar soluciones que beneficien a toda la comunidad.

En este sentido, es crucial que la administración municipal escuche las inquietudes de los comerciantes, pero también que promueva la educación ambiental y la conciencia sobre la necesidad de reducir el uso de vehículos en las ciudades.

El Día sin Carro puede ser una excelente oportunidad para fomentar prácticas de movilidad sostenible, convencer a los ciudadanos que, de cuando en vez, caminen, usen la bicicleta o se suban al transporte público, pero debe ser implementado de una manera que no genere más dificultades a quienes ya luchan por mantener sus negocios a flote.

El diálogo abierto entre el gobierno local y los gremios económicos es esencial para encontrar una solución que sirva a todos. Un Día sin Carro concertado, en un momento adecuado, podría resultar en un triunfo tanto para el medio ambiente como para la economía de la ciudad. La clave está en el entendimiento y la cooperación.

Más reciente