Diego Cadavid rompe el silencio sobre los sueldos de los actores y los desafíos detrás de las cámaras en Colombia
Resumen
Diego Cadavid expone las realidades del mundo actoral en Colombia: inconstancia laboral, encasillamiento y la dificultad de las escenas íntimas. Aunque actores pueden ganar bien, la inestabilidad económica es un desafío, obligando a diversificar ingresos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El actor Diego Cadavid, ampliamente recordado por sus papeles en exitosas producciones como El cartel de los sapos, Amor con aroma de mujer y más recientemente como protagonista en Darío Gómez: el rey del despecho, habló con franqueza sobre la realidad que viven los actores en Colombia. En una entrevista concedida al pódcast Realidades Ocultas, Cadavid abordó temas como la inestabilidad económica del oficio, el encasillamiento de personajes y los sacrificios detrás de cada escena.
Lejos de los lujos que muchos asocian con la fama, Cadavid fue contundente al afirmar que “eso es ficción”. Si bien reconoció que los actores pueden ganar bien, subrayó que los proyectos no son constantes. “No trabajamos todo el tiempo, entonces los lujos no pueden llegar todo el tiempo”, explicó.
El actor compartió cómo, al comenzar su carrera en Padres e hijos, el sueldo que recibió le pareció elevado. Sin embargo, con el tiempo entendió que el verdadero desafío era sostenerse económicamente entre proyecto y proyecto. “Tienes que ahorrar, porque ese dinero no te lo pagan toda la vida. Muchos terminan mal económicamente porque viven como si siempre fueran a estar en pantalla”, comentó.
Cadavid también confesó que, mientras algunos colegas derrochaban sus primeros pagos en autos de lujo, él optó por la prudencia financiera. “Yo anduve en bus mucho tiempo. Tenía un carrito todo chanda”, dijo entre risas, atribuyendo esa consciencia al ejemplo de su familia.
El actor, que también se ha desarrollado como músico y fotógrafo, reveló que el encasillamiento en papeles de narcos tras su participación en El cartel de los sapos fue uno de sus principales temores. Rechazar papeles no es una opción para todos, aclaró, sino para quienes tienen estabilidad financiera o un norte profesional muy definido. “Decir que no es muy difícil cuando no tienes opciones ni dinero”, señaló.
La fotografía se convirtió para él en una tabla de salvación: “Cuando me di cuenta que las fotos me empezaron a dar, le pude decir que no a otras cosas”, afirmó, resaltando la importancia de diversificar ingresos dentro de un medio tan inestable.
Uno de los aspectos más delicados que abordó fueron las escenas íntimas en los rodajes. Cadavid aseguró que son de las más difíciles y menos placenteras para los actores. “Yo odio ese tipo de escenas, es muy incómodo… no es divertido estar ahí en pelota, fingiendo que haces algo con 30 personas mirándote”, confesó, aclarando que tampoco disfruta las escenas de pelea, las cuales requieren alta preparación y suelen ser extenuantes.
Con esta intervención, Diego Cadavid no solo humaniza la profesión actoral en Colombia, sino que también visibiliza las presiones y contradicciones que enfrentan quienes trabajan en la industria del entretenimiento, una labor muchas veces idealizada pero poco comprendida en su dimensión real.