Edmundo González confirma asistencia al Nobel de la Paz mientras crece la incertidumbre por la presencia de María Corina Machado

El dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia asistirá el próximo 10 de diciembre a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega, donde será homenajeada su compatriota María Corina Machado. La confirmación se produjo en Roma, durante la entrega del Premio Internacional 2025 del Instituto Milton Friedman, acto al que González acudió este viernes. Al ser consultado sobre si participaría en la ceremonia del Nobel, respondió de manera breve pero contundente: “sí”.

La presencia de Machado, sin embargo, continúa siendo una incógnita. Aunque el Comité Nobel aseguró recientemente que la dirigente opositora manifestó su intención de viajar a Oslo, persisten serias dudas sobre su seguridad. El presidente del organismo, Jørgen Watne Frydnes, advirtió que se trata de “un viaje peligroso”, especialmente porque el régimen de Nicolás Maduro ha reiterado que desea “quitarla de en medio”. La preocupación del Comité incluye tanto el desplazamiento hacia Noruega como un eventual regreso a territorio venezolano.

Machado ha optado por mantenerse reservada. En octubre expresó al diario noruego Dagens Næringsliv que solo podría viajar si Venezuela fuese “libre”, y aseguró que, mientras Maduro permanezca en el poder, no puede abandonar el lugar donde se encuentra por razones de seguridad. La opositora, considerada la figura política más influyente dentro del país, permanece oculta desde hace meses, mientras que González vive exiliado en España desde 2024, tras la orden de detención dictada en su contra luego de que Maduro se declarara vencedor de las elecciones.

El Comité Nobel anunció el galardón a Machado el pasado 10 de octubre, destacando “su incansable labor en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica hacia la democracia”. La decisión fue interpretada como un reconocimiento internacional a la resistencia cívica en Venezuela y como un mensaje claro al régimen chavista en medio de la escalada represiva.

Durante su presentación en Roma, González recibió el Premio Milton Friedman, una distinción otorgada anualmente a personalidades que defienden los valores liberales y la libertad individual alrededor del mundo. La organización subrayó que este reconocimiento adquiere “un significado aún más simbólico e histórico” considerando la crisis venezolana y el contexto internacional.

Mientras tanto, organizaciones y ciudadanos venezolanos en el exterior preparan movilizaciones para el 6 de diciembre, cuatro días antes de la ceremonia en Oslo. Activistas en al menos 24 países han confirmado su participación, con el objetivo de visibilizar la situación del país y acompañar el reconocimiento otorgado a Machado. Vente Venezuela, el movimiento que lidera la opositora, señaló que estas marchas buscan recordar que “la lucha por la libertad sigue viva”.

Dentro de Venezuela, no obstante, aún no se prevén concentraciones. El equipo de comunicaciones de Vente Venezuela explicó que “la incertidumbre y la escalada represiva” impiden convocar movilizaciones por ahora, ya que no existen garantías de seguridad para los ciudadanos. El clima político continúa marcado por la persecución, la vigilancia y el hostigamiento contra opositores y activistas.

La ceremonia del Nobel de la Paz se perfila así como un nuevo capítulo en la disputa entre la oposición venezolana y el régimen chavista, y como un escenario desde el cual el mundo volverá a poner la mirada sobre la crisis democrática del país. Resta saber si Machado logrará estar presente en Oslo o si su silla quedará vacía como símbolo del riesgo que enfrenta.