Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La Casa Blanca ha confirmado que no apoyó la reciente operación secreta de Israel contra Hezbollah en Líbano, donde se utilizaron miles de beepers para detonar explosivos. Este desarrollo se produce en medio de un complejo esfuerzo diplomático de Estados Unidos para prevenir una guerra total en Medio Oriente, especialmente con las próximas elecciones presidenciales en el horizonte.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, aclaró que Estados Unidos no estuvo involucrado en el ataque y destacó la necesidad de desescalar el conflicto. En un reciente encuentro, Amos Hochstein, enviado especial de Biden, instó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a optar por la vía diplomática y buscar un cese al fuego con Hamas.
A pesar de estas advertencias, Netanyahu reafirmó su intención de continuar con sus planes militares, alegando que solo a través de la acción militar los residentes del norte de Israel podrían regresar a sus hogares. En este contexto, Hezbollah está preparando una represalia coordinada por Irán, lo que mantiene a Israel en estado de alerta.
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, ha tenido conversaciones directas con Gallant, el ministro de Defensa israelí, enfatizando que la escalada del conflicto podría tener consecuencias devastadoras. Mientras tanto, el secretario de Estado, Antony Blinken, se dirige a Egipto para negociar un acuerdo que contenga la inminente ofensiva de Hezbollah contra Israel.