Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
De acuerdo con un estudio realizado por Ourofino Salud Animal en América Latina, el 40% de los caballos de exposición sufre de deshidratación severa, debido a las extensas jornadas a las que son sometidos.
Lo habitual es que un caballo pierda de 7 a 8 litros de agua en una sesión intensa de ejercicio. Cuando hace calor, durante exposiciones, entrenamientos, competencias o jornadas de trabajo, los caballos pueden perder entre 10 y 12 litros de sudor por hora, lo que obviamente los va a deshidratar, perdiendo electrolitos, principalmente sodio, cloro y potasio.
A mediano y largo plazo, la deshidratación en los animales de competencia afecta el rendimiento; puede causar problemas metabólicos y provocar la entrada en fatiga, lo que claramente afectará su funcionamiento y no podrá trabajar o competir al mismo nivel.
El caballo perderá menos peso corporal si recibe una adecuada hidratación antes, durante y después de jornadas de trabajo, de entrenamiento o de competencia. Los electrolitos estimulan a los caballos a beber más agua. Esto no afectará a otros parámetros como el corazón, la respiración o la temperatura corporal.
Existen varias formas de detectar que un caballo puede estar sufriendo deshidratación o que presenta una falta de líquidos preocupante. La más certera es la prueba de plasma, una muestra de sangre que permite saber cuál es el nivel de proteínas y glóbulos rojos en la sangre del caballo.
También se detecta si el equino no orina durante mucho tiempo o cuando lo hace tiene un aspecto especialmente oscuro. Otro signo de alarma es la desorientación y la falta de apetito.
¿Cómo podemos asegurar que los minerales que pierde el caballo con el sudor y por las vías respiratorias se repongan correctamente?
Desde hace varias décadas, el uso de suplementos de electrolitos ha sido aceptado como el protocolo ideal para reducir las pérdidas de fluidos y minerales durante y después de las actividades físicas y/o de otras disciplinas que requieren un trabajo fuerte.
La causa primordial de la deshidratación es el sudor. Sabemos que los atletas humanos y también los caballos no suelen beber lo suficiente de forma natural. De hecho, beben bastante menos que lo que han sudado y pueden perder hasta un 3% de masa corporal y su recuperación tarda entre 24 a 72 horas (Coby Bolger – Horse1, Centro de Nutrición Equina; KER Nutrition Conference 2010 Lexington Kentucky).
Luisa Fernanda Lizcano, especialista de Ourofino en el área equina nos comenta: “La deshidratación en los equinos puede ocurrir fácilmente por diferentes situaciones como altas temperaturas ambientales, actividad física o enfermedades, entre otras. La deshidratación puede no solamente afectar su rendimiento físico, sino que puede llegar a poner en riesgo su vida, por esta razón es importante garantizar una correcta hidratación, el agua a voluntad a veces no es suficiente, por esto debemos buscar productos claves como Fortemil para lograr un correcto balance electrolítico y que como resultado podamos tener caballos con un alto desempeño y velocidad de recuperación”.
El suero energético promueve el bienestar de los equinos
Ourofino Salud Animal, la mayor industria farmacéutica veterinaria de origen brasilero, posee en su portafolio el producto Fortemil, un suero energético e hidratante con vitaminas y desarrollado para promover el bienestar animal y la eficiencia en la producción. Fortemil está enriquecido con dextrosa y metionina, entregando nutrientes esenciales con acción antioxidante y un impacto positivo en el metabolismo energético de los animales.
El producto actúa como una solución para el sector agropecuario. Está especialmente indicado para tratar el agotamiento físico como resultados del exceso de trabajo, la producción y como coadyuvante en el tratamiento de enfermedades, restaurando rápidamente la salud y la vitalidad de los animales.
Uno de los aspectos más notorios de Fortemil es su compromiso con la seguridad alimentaria. Ourofino Salud Animal garantiza no tener que descartar ni carne ni leche, asegurando la calidad y confiabilidad de los productos de origen animal.
