Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La generación de mayores, -- que sobrevive al paso del tiempo --, recordará hoy con nostalgia aquellos primeros años de gloria donde los deportistas migrantes provenientes de Argentina y Paraguay, llegaban a Bucaramanga para enseñarnos a jugar al fútbol profesional. Con estos profesionales del balompié en el mundo empezábamos a disfrutar cada domingo el espectáculo de las multitudes en predios del Estadio ‘Alfonso López Pumarejo’, que lleva ese nombre para recordar con gratitud al dirigente político de la denominada ‘Revolución en marcha’, el primero en adoptar un sistema de prestaciones sociales para los trabajadores colombianos.
Unos jóvenes que se volvieron viejos y que se marcharon en los veleros blancos de la eternidad, como Américo Montanini, Juan Pablo Janiot, Adolfo Riquelme, Norberto José Peluffo y Miguel Zazzini, entre otros, sentaron sus reales en esta tierra santandereana, donde contrajeron matrimonio y formaron sus hogares para dejar la huella en el corazón agradecido de esta tierra de valientes que se llama: ‘SANTANDER’.
En 1949 nació el Club Atlético Bucaramanga, como una corporación deportiva sin ánimo de lucro, sostenida por algunos aficionados al deporte del futbol, como el ex alcalde y ex gobernador de Santander Rafael Ernesto Pérez Martínez, que años más tarde se convertiría, también, en el fundador de la Empresa de Lubricantes TERPEL. La ficha técnica le perteneció siempre a Bucaramanga, hasta cuando los clubes deportivos se convirtieron en empresas privadas.
Algunos empresarios de la ciudad de Cali, que habían creado una cadena de droguerías, bajo el nombre de ‘Drogas La Rebaja’, fueron algunos de los primeros accionistas de la corporación deportiva. El banco de los Trabajadores, fundado en la capital de Santander por el dirigente sindical Antonio Beltrán Ballesteros, hizo parte de los asociados, lo mismo que la Cooperativa Santandereana de Transportes COPETRAN.
En nuestra época de estudiantes de bachillerato en el colegio Salesiano de Santo Tomás, en Zapatoca (Santander) con el profesor Elmer Pardo Pineda, recortábamos las fotografías que publicaban EL FRENTE y Vanguardia Liberal, en nuestra calidad de aficionados al deporte del balompié. La afición fue creciendo a medida que se crearon los Estadios ‘Manuel Villa Zapata’ de Barrancabermeja y ‘Villa Concha’, de Piedecuesta. El deporte del futbol fue extendiéndose a todos los lugares del planeta, hasta convertirse en el lazo de amistad que unifica a los cincos continentes.
Las empresas radiales y televisivas dedican gran parte de sus espacios de información a este deporte, que recrea a todos los pueblos del mundo y que ha logrado formar grandes atletas, especialmente en Brasil, Colombia, Argentina, Uruguay y Paraguay. Futbolistas colombianos han multiplicado los lazos de amistad con diferentes países que mantienen la nómina de embajadores en el mundo, gracias a la formación de grandes jugares profesionales. Después de 75 años de existencia, el Club Atlético Bucaramanga aspira a conquistar la máxima presea del futbol profesional colombiano. ¡Ha llegado el momento que hemos esperado, desde nuestra infancia, para ver coronado al ‘Leopardo’!
