Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Germán Bahamón*
Pilar fundamental para la economía y el desarrollo social del país. 2024 quedará en la memoria de Colombia como uno de los años más destacados para la caficultura nacional. En medio de un contexto global marcado por desafíos, la producción de café en nuestro país ha alcanzado niveles sobresalientes, consolidándose como un motor clave para la economía nacional y como un aliado confiable para la industria global.
Este logro no es fortuito; es el resultado de un esfuerzo colectivo que combina el trabajo incansable de nuestras familias caficultoras, las particularidades del clima y el liderazgo estratégico de la Federación Nacional de Cafeteros.
El café es mucho más que un cultivo en Colombia; es parte del ADN de nuestros agricultores. Este año, a pesar de los retos vividos en 2023, como las condiciones climáticas adversas y las presiones económicas, los caficultores continuaron apostando por este producto. Su resiliencia y determinación son fundamentales para explicar cómo, incluso en tiempos de dificultad, este sector no solo se mantiene en pie, sino que logra crecer y prosperar.
Invertir en prácticas agronómicas
Las condiciones climáticas del año, aunque en ciertos momentos desafiantes, también tuvieron efectos positivos en la actividad biológica de la planta de café. Las lluvias intensas y las sequías pronunciadas, aunque preocupantes, terminaron por favorecer el desarrollo de los cultivos en muchas regiones. Este fenómeno reafirma la importancia de seguir invirtiendo en prácticas agronómicas que permitan enfrentar de manera efectiva las consecuencias del cambio climático.
Por su parte, la Federación Nacional de Cafeteros ha jugado un papel protagónico en este logro. Como gremio, nos hemos consolidado como una organización sólida, autónoma y con presencia en las 15 regiones cafeteras del país.
Lideramos programas de renovación de cafetales logrando 89.446 hectáreas cifra récord en la última década, apoyos directos en programas de fertilización, mejoramiento genético, asistencia técnica y aseguramos la garantía de compra en todo territorio nacional, además de gestionar recursos públicos y abrir mercados en todo el mundo.
Resultados de las iniciativas
Estas acciones no solo han brindado certezas a nuestros caficultores en medio de un entorno incierto, sino que también han fortalecido la competitividad de nuestro café en el escenario global.
Los resultados de estas iniciativas se reflejan claramente en las cifras. En el segundo semestre de 2024, la producción de café alcanzó el nivel más alto de la última década, superando incluso los registros del año 2019. Durante el cuarto trimestre, la producción creció 34% en comparación con el mismo periodo del año anterior y 7,5% por encima de 2019. Este crecimiento no solo es notable en términos de volumen, sino también en términos económicos: el valor de la cosecha del cuarto trimestre fue de $7 billones, 133% adicionales que el mismo periodo de 2023.
Este dinero no solo consolida al café en el renglón económico más democrático de Colombia al irrigar las veredas de 603 municipios, sino que también se posiciona como uno de los principales motores de reactivación económica del país. Esperamos que el Dane nos de la cifra oficial del PIB nacional y el café será una vez más el protagonista.
A nivel internacional, las exportaciones de café colombiano alcanzaron los US$3.900 millones en 2024, con US$1.141 millones sólo en el cuarto trimestre, un incremento de 35% frente al mismo periodo de 2023. Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Alemania y Japón lideran la lista de destinos que reconocen y valoran la calidad de nuestro producto.
En el mercado interno, el consumo de café también ha mostrado un comportamiento alentador. Según la firma Kantar, al cierre del tercer trimestre de 2024, el volumen de consumo en hogares creció 10%, mientras que el valor se incrementó en 25,5%. Este crecimiento es aún más evidente en el segmento de café premium, que registró un aumento de 36,7% en valor, lo que demuestra que los colombianos están dispuestos a pagar más por calidad. Si unimos este fenómeno de consumo con la disminución significativa de las importaciones de café de octubre a diciembre, que fue de -78,9%, se evidencia un fortalecimiento del consumo de café colombiano en el mercado nacional. Un hito a resaltar: en todo 2024, 70% del café consumido en el país fue producido en nuestras tierras.
Demanda sigue creciendo
A nivel global, Colombia ha emergido como un origen confiable para la industria cafetera, en un momento donde la oferta enfrenta dificultades, la demanda sigue creciendo y los inventarios globales caen tanto en los países de origen como en destino. Nuestra fortaleza institucional nos permite capturar valor en un mercado tan competitivo y reafirmar nuestro lugar como un proveedor de café de calidad y sostenible.
En 2025 el nombre del juego es fertilización. La productividad por hectárea, en unos cafetales que se han esforzado al máximo necesita de un gran impulso nutricional para fortalecer nuestra plantación cafetera y prepararla para un nuevo año productivo.
La Federación Nacional de Cafeteros ha tenido su mejor año en los resultados corporativos de sus empresas, gracias a una gestión basada en la austeridad, la eficiencia y la innovación. Y la austeridad se materializa en un sobresaliente -20% de reducción de sus gastos administrativos y de operación. Seguiremos trabajando de la mano con gobernadores, alcaldes y otros actores estratégicos para transformar el territorio cafetero, construir el camino a la sostenibilidad financiera y garantizar el bienestar de nuestras familias cafeteras.
El café no solo es un símbolo de identidad nacional; es un pilar fundamental para la economía y el desarrollo social del país. En un año histórico, el café ha demostrado que crece a Colombia.
*Presidente Federación Colombiana de Cafeteros