Resumen
Los retrasos en las obras de infraestructura en Bucaramanga, especialmente en el barrio García Rovira, han provocado quiebras en los negocios locales y frustración en la comunidad. La negligencia y mala planificación del contratista y la administración son criticadas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Reynaldo Pérez
Para nadie es un secreto que la cantidad de obras inconclusas evidencian el atrasó administrativo y social que tiene actualmente nuestra ciudad, a Juan Carlos Cárdenas se le advirtió que no iba a entregar una sola obra completa, ante el incumpliendo constante de los contratistas, a todos nos parecía particularmente descarada la defensa hecha por el entonces secretario de infraestructura a cada obra sin terminar y con eternas adiciones presupuestales, esta situación al arquitecto Iván Vargas, casi le cuesta una moción de censura en el concejo de Bucaramanga.
Una de las comunidades más afectadas por la paquidérmica gestión administrativa, en las obras de infraestructura pendientes, es la del Barrio García Rovira, desde que se iniciaron las obras en ese sector, han pasado ya dos años, son cientos de emprendimientos, barberías, parqueaderos, restaurantes, almacenes y heladerías que se han quebrado por el incumplimiento constante del contratista, la comunidad ha sido paciente, resistente y valiente, la ejecución de la obra es pésima, no tiene planeación, una obra que estaba programada para entregarla en menos de un año, donde sin haber sido entregada, el contratista ya debe empezar a cambiar los ladrillos donde deben circular vehículos.
Iván leal es el presidente de la Junta de Acción comunal de este sector, y le preocupa que la actual administración al tratar de terminar la obra, vuelva y cometa los mismos errores de la administración Cárdenas, algo que no sería extraño ya que cuentan con la incompetencia del mismo contratista, “las obra han dejado en el camino negocios cerrados, personas enfermas y una sensación grande de indignación, sobre todo ahora que para reparar las pésimas decisiones tomadas en la administración de Juan Carlos Cárdenas, y que llevaron a la mutilación de la obra del centro caminable en la fase 1, esta administración ha tomado la decisión de completar la carrera 12 y reconstruir la calle 42. Y esta decisión es comprensible pero no es aceptable hasta tanto el contratista no termine los tramos inconclusos que son todos los corredores intervenidos porque en cada uno le hace falta”.
Esta semana en una reunión con los comerciantes del sector, el contratista y el subsecretario de Infraestructura de Bucaramanga, manifestaron que iban a empezar a intervenir la carrera 12 con calle 42, sector donde quedan varias fundaciones sin animo de lucro y establecimientos que cuidan a adultos mayores, la comunidad fue enfática en decirles al contratista y la administración, dándoles a entender que el derecho de las cosas, debe ser que el contratista termine primero las obras que ya debió entregar desde hace un año, y que ahí si debe empezar a intervenir este congestionado sector, que también cuenta con el colegio de la Policía Nacional.
Al subsecretario de infraestructura le expusieron que había un menor de edad con problemas de discapacidad, el pragmático funcionario le manifestó a la comunidad que por ello no había problema, que a él se le dejaba un corredor para la silla de ruedas, lo que olvida el funcionario es que las necesidades del ser humano, deben prevalecer sobre el cemento, en especial si el cemento es de un contratista que incumple con los tiempos de ejecución de obra, ellos teniendo en cuenta que es un sector donde habitan adultos mayores, menores de edad y personas con discapacidad, que el corredor no debe ser para una silla de ruedas o una camilla, debe ser para una ambulancia que pueda atender una emergencia, tiempo de atención que le puede costar la vida a un miembro de esta comunidad que ya ha resistido por varios meses la incompetencia de un indolente contratista.