Resumen
Rodolfo Hernández Suárez, emblemático político y empresario colombiano, conocido por su lucha anticorrupción y controvertido estilo, nació en Piedecuesta, Santander, y fundó la Liga de Gobernantes Anticorrupción. Luego de una destacada carrera empresarial y política, falleció el 2 de septiembre.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Este personaje emblemático, santandereano, que emergiera en la convulsionada política colombiana como el ave fénix, de las cenizas dejadas por los partidos tradicionales y sus derivados, había volado tan alto que ni el mismo se lo creía, llevando en sus inicios como estandarte, la ética, la lógica y la estética, filosofía que le permitiera abrirse con pasos agigantados buscando la posibilidad de aspirar a la presidencia, creando la Liga de Gobernantes Anticorrupción, bandera que lo encumbrara en lo más alto, con la que se arropó hasta el fin de sus días, teniendo como aval su gran fortuna, que según él, superaban los 100 millones de dólares, permitiéndole su independencia y no ser títere de ningún político tradicional.
Hijo de campesinos, Rodolfo Hernández Suárez, nació en Piedecuesta -Santander- el 26 de marzo de 1945. Terminó su primaria en su ciudad natal, el bachillerato en el Colegio Santander y se graduó como ingeniero Civil en la Universidad Nacional en 1970. Casado con Socorro Oliveros, con la cual tuvo 2 hijos y adoptaron 2. Rápidamente inicia en su profesión con proyectos de vivienda local, fundando en 1972 su Constructora HG, logrando expandirse en el país con éxito, permitiéndole atesorar una gran fortuna como empresario, antes de incursionar en la política, que “era un bicho que le picaba”.
“Odiado por muchos, y querido por muchos más”, -como solía decir”, Sus pinitos en la política los da como concejal de Piedecuesta en 1990, cargo al que renuncia después de ser elegido. Financia en el 2011 la campaña de Luis Bohórquez, quien es el nuevo alcalde, con el que tuvo grandes diferencias, a quien curiosamente logra remplazar luego de financiar su propia campaña y ser nombrado como alcalde en el 2016 con más de 77.000 votos, donando su sueldo a los “estudiantes pilo”. Fue suspendido por la Procuraduría General de la Nación, por 3 meses por agredir al concejal local Jhon Jairo Claro. Es suspendido por 3 meses más por participación en política y al considerarlo injusto, renuncia a su cargo en el 2019.
Sus peculiares acciones y resonantes declaraciones con términos santandereanos, en ocasiones despectivos y grotescos, denunciando la alta corrupción en la política colombiana, genera controversias y polémicas, alcanzando gran popularidad que trasciende fronteras, convirtiéndolo en un referente como candidato presidencial, cargo al que se postula para el periodo 2022-2026 alcanzando la segunda vuelta, la que finalmente ganara Gustavo Petro. Esto le permitió ser Senador de la República, cargo que aceptó, pero luego de 2 meses renunció, argumentando que “era como tener a Lionel Messi de portero”. Cargó en su espalda el tema de Vitalogic, pena que no alcanzo a cumplir.
Finalmente, esta figura política de regio temperamento, no pudo con su cáncer terminal, falleciendo el 2 de septiembre de este año. Sus restos como lo pidiera: la mitad yace bajo un bonsái que sembrara su esposa en la finca Colorados en Piedecuesta, al lado de Narco José, su perro Bulldog francés, que falleciera 20 días después que su amo. La otra mitad en Tierra Santa, con un epitafio que reza:” No robar, no mentir, no traicionar y cero impunidades”. Más abajo la frase: “Aquí yace Rodolfo Hernández, quien, persiguiendo el trabajo y el dinero, perdió la salud; aquí yace Rodolfo Hernández sin dinero y sin salud”.