Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Como les hace falta a las nuevas generaciones colombianas una mayor ilustración sobre la Guerra de la Independencia de la Nueva Granada contra España, que se inició en estas tierras santandereanas, en Girón, Charalá y El Socorro, con el joven abogado Custodio García Rovira, nacido en Bucaramanga y fusilado por orden del ‘Pacificador’ enviado de España, el General Pablo Morillo, el mismo que en 1816 sacrificó al héroe santandereano, que había sido director de la Escuela de Derecho del Colegio Mayor de San Bartolomé, en Santafé de Bogotá.
Los centros poblados de San Juan de Girón y El Socorro proclamaron primero el grito de independencia el 10 de julio de 1810, mientras que ‘el Tribuno del Pueblo’, José Acevedo y Gómez, oriundo de Charalá, lo haría el 20 de julio de 1810, en Santafé de Bogotá, cuando los granadinos fueron a pedirle prestado al ciudadano español José González Llorente un florero para colocarlo en la mesa de honor de don Antonio Villavicencio, que había sido enviado por el Rey de España para escuchar los reclamos y las quejas contra la tiranía española.
La Insurrección de los Comuneros, que se había iniciado el 16 de marzo de 1781, bajo la comandancia de José Antonio Galán Zorro, Lorenzo Alcantuz e Isidro Molina, apoyados luego por el canónigo Andrés Rosillo y Duruelo, en El Socorro y por Fray Ciriaco de Archila en Simacota, junto con don Antonio Berbeo y don Salvador Plata en El Socorro, había sembrado la semilla del grito de libertad en estas tierras bravías, por los excesivos impuestos al tabaco y al aguardiente, dictados por el gobierno peninsular para financiar la guerra de España contra Inglaterra.
Desde el 20 de julio de 1810, cuando el abogado charaleño José Acevedo y Gómez invitara a los granadinos a romper las cadenas de la esclavitud en Santafé de Bogotá, quedó en la historia de la independencia de Colombia la proclama que decía: ‘’Pueblo indolente: Si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, si no aprovecháis esta ocasión única y feliz, antes del amanecer seréis tratados como insurgentes: Ved los grillos y las cadenas de la muerte que os esperan”.
A la guerra contra España se sumaron los pueblos del Sur, luego del holocausto de la heroína Policarpa Salavarrieta, nacida en Guaduas (Tolima), y se fortalecieron las guerrillas de La Niebla encabezadas por María Antonia Santos Plata, la heroína santandereana, igualmente fusilada en El Socorro, días antes de la derrota del General José María Barreiro en el Puente de Boyacá. Los campesinos de Charalá y Ocamonte libraron la batalla del Río Pienta para debilitar a Barreiro, que cayó derrotado en los campos de Boyacá. La historia de esta epopeya se revive cada veinte de julio, con el desfile militar que se ha organizado por parte de las Fuerzas Militares y de Policía, cuya lealtad infinita a la democracia los ha llevado al sacrificio de soportar a un gobierno, que ha pisoteado la constitución y las leyes de la república.