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El INPEC en la mira

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Resumen

En 2025, el INPEC enfrenta desafíos críticos: el asesinato de un testigo clave en una cárcel de máxima seguridad en Colombia y denuncias de violaciones cometidas por funcionarios contra internas en otra prisión. Se cuestiona la seguridad y ética dentro del sistema penitenciario.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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El año 2025 inició con varias situaciones negativas para el INPEC. El 03 de enero, el principal testigo de la muerte del Fiscal Pecci de Paraguay fue asesinado en la Cárcel La Picota, en su celda, una cárcel de Máxima Seguridad y donde debería haber eso, precisamente, seguridad, para que los internos no se agredan entre sí, cuentan que en la celda del interno estaban reunidos varios internos y uno de ellos agredió con arma cortopunzante a este interno y lo asesinó.

Surgen las preguntas que siempre me he hecho, un tema que parece que nunca se solucionará, ¿por qué los internos andan armados en las cárceles?, eso nunca lo entenderé y nunca lo aceptaré, es claro que ellos tienen en las calles las llamadas ‘liebres’ que son aquellas personas que quedan afectadas por sus delitos y que muchas veces esas personas envían a alguien o ese alguien cae también a la cárcel y esa situación puede conllevar a peleas entre ellos, pero también es claro que la labor del INPEC es controlar esas situaciones, sobre todo, estar haciendo requisas y promocionar permanentemente el desarme, pero eso se hace esporádicamente y los internos vuelven a fabricar sus propias armas ‘artesanales’ y siguen armados, originando situaciones como esta que además puede considerarse hasta un problema internacional por la dimensión y lo mediático del hecho por el cual el interno fallecido estaba condenado.

Pero, además, el INPEC terminó el año 2024 y empezó el 2025 con la noticia de dos internas de la cárcel El Pedregal de Medellín, cárcel que sobre todo últimamente ha dado mucho de qué hablar, internas que denunciaron que fueron violadas por funcionarios del INPEC, una de ellas denunció que le habían dado sustancias abortivas porque, además, había quedado embarazada.

Qué barbaridad, en esa situación se dieron violaciones ciertas de las normas que existen en la vigilancia de internas, de mujeres privadas de la libertad, esa vigilancia debe ser ejercida por mujeres, con el apoyo de los funcionarios hombres, pero como apoyo, en estos dos casos se vio que eran los hombres los que vigilaban a estas mujeres y como decía el papá de Betty, ~el diablo es puerco~ y obviamente pudo más el deseo que la responsabilidad y la ética en el cumplimiento del deber.

El INPEC, al respecto de una de estas internas hizo lo que yo digo cuando el marido descubre a la esposa siendo infiel en el sofá de la casa,  ‘vende el sofá’ , eso hizo el INPEC, la solución salomónica que tuvo originalmente fue trasladar a una de esas internas a otra cárcel, por cierto me dicen que como casi siempre, esos traslados no obedecen a estudios ciertos de arraigo de la interna, sino que pienso que por salir del paso se la llevaron para cualquier lado, seguramente se darán las investigaciones del caso, ojalá surtan los efectos ciertos porque ya está bueno que se sigan violando los Derechos de las PPL, personas en permanente estado de vulnerabilidad.

Pues como ven, el año empezó turbulento para el INPEC, definitivamente está en la mira.

Esperemos que se mejore la situación del INPEC, si no, se debería pensar ya en la posibilidad de, por lo menos, reformarlo. Con mi primera columna de este año 2025. Voy Con Toda. Amén.

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