‘El juego del calamar 3’: quién gana, qué pasa con el dinero y el inesperado cameo que abre la puerta a una nueva historia

Después de tres temporadas, El juego del calamar, la serie más vista en la historia de Netflix, llega a su fin. Lo que comenzó como una potente crítica al capitalismo extremo, termina con un cierre dramático, una decisión moral poderosa y un guiño que anticipa un nuevo capítulo en este universo distópico.

En esta tercera entrega, la tensión se intensifica con nuevos y macabros juegos, aunque el factor sorpresa ya no impacta como antes. A lo largo de 22 episodios, la narrativa gira en torno a la decadencia humana frente al dinero, pero también deja espacio para una inesperada redención.

En el último juego, los participantes deben avanzar por tres plataformas, eliminando al menos a un jugador en cada una. Solo quedan dos: Gi-hun, el protagonista interpretado por Lee Jung-jae, y Myung-gi, decidido a matar al bebé de Jun-hee, la jugadora 222, para quedarse con el premio. Sin embargo, Gi-hun gana la pelea y, en un gesto final de humanidad, se lanza al vacío, permitiendo que el bebé gane el juego.

Las últimas palabras de Gi-hun antes de sacrificarse —“Somos seres humanos”— resumen su propósito desde el inicio: demostrar que todavía queda dignidad y compasión en el mundo, a pesar de todo. Su acto impacta profundamente a In-ho, el Líder del juego, quien ordena destruir la isla y pone fin al concurso, convencido de que aún hay esperanza para la humanidad.

El dinero no se pierde. In-ho recoge al bebé y se lo entrega a Jun-ho, su hermano, confiándole la crianza de la pequeña y dándole el dinero que le corresponde como ganadora. Meses después, viaja a Los Ángeles para visitar a la hija de Gi-hun y le entrega una caja con pertenencias de su padre, entre ellas el famoso chándal y una tarjeta con el dinero ganado en la primera edición del juego.

Pero el giro más inesperado llega con un cameo que nadie vio venir: Cate Blanchett aparece como una reclutadora en EE. UU., vestida con un traje negro impecable y jugando al ddakji, el mismo juego usado para reclutar participantes. Su escena marca el inicio de una nueva fase del universo: una versión estadounidense del Juego del Calamar, ya confirmada por Netflix, con David Fincher como director.

Así, El juego del calamar cierra un ciclo, pero no su historia. Con la promesa de un spin-off internacional, la serie parece no estar lista para abandonar la conversación global.