Resumen
En sus primeros 18 meses de gobierno, la administración del presidente Petro ha sido criticada por falta de inversiones en Santander y por su mediocridad en diplomacia e inversiones públicas. Sus políticas se perciben enfocadas en reformas sociales que pueden traer más pobreza al país.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Han pasado dieciocho meses del período presidencial y se han gastado miles de millones de pesos en el jolgorio de los viajes al exterior, donde el presidente Petro ha ejercido un papel protagónico en algunos regímenes políticos del mundo, a tal punto que el presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, le ha solicitado abrir las puertas para un diálogo diplomático con los sobrevivientes palestinos de la guerra emprendida por las guerrillas del Hamas.
En el departamento de Santander poco se han sentido las inversiones nacionales que se hallan detenidas en el tiempo, porque a los parlamentarios del denominado ‘Pacto Histórico’, -- que son numerosos --, solamente les interesan los gritos estridentes de la vocinglería sindical, contra las fuerzas políticas tradicionales, que le han dado desarrollo a nuestra región. Es muy pobre el balance de la administración central, donde se mantiene la expectativa de unas reformas sociales que solamente traerán más pobreza al país.
Dieciocho meses con el estribillo del ‘gobierno del cambio’ que se entretiene con los viajes al exterior, con una diplomacia mediocre y con una nómina de activistas, que nunca habían tenido la oportunidad de acceder a cargos burocráticos en las sesenta y nueve (69) embajadas y consulados de Colombia en el mundo. Lo que este gobierno ha hecho en materia de inversión pública es muy poco, a no ser que hayan incrementado el pago de subsidios para la gente perezosa que nunca quiso aportar a la seguridad social.
Utilizar la figura del Romano Pontífice para proponerle que se encargue de recibir en su despacho del Estado Vaticano a los guerrilleros del autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ suena como una propuesta turística para que esos criminales puedan conocer el mundo y entender que solamente con el trabajo honrado se consigue la superación de la pobreza.
Un gabinete ministerial, que marcha en contravía del sentimiento de la nación, donde los heliotropos del nivel central andan como ruedas sueltas, proponiendo una cosa y la otra, sin concretar siquiera unos proyectos nuevos para crear fuentes de empleo y ocupación. El ministro de salud tratando de convencer al senado que le aprueben la reforma de la salud, mientras en el ambiente parlamentario queda la frustración de haber perdido la sede de los Juegos Panamericanos, que le había sido asignada a la ciudad de Barranquilla, por cuyo incumplimiento quedamos ante el mundo como un gobierno mediocre que no cumple con el valor de la palabra empeñada en los escenarios internacionales.
La mayor parte de las asignaciones presupuestales para programas de inversión pública en el departamento de Santander, se quedaron aplazadas y sin ejecutar el año pasado. La ciudadanía se pregunta cuáles son las obras emprendidas por el presidente Gustavo Petro en Santander y todo el mundo guarda silencio, porque no hay nada que mostrar. Por ahora simples expectativas, porque los ministros y gerentes de institutos descentralizados están dedicados solamente a contemplar el desastre de la temporada de verano, que dejará desolación y ruina en algunas regiones de nuestro departamento.