Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En la Gobernación de Santander, donde se fraguan los destinos de un departamento entero, no solo los líderes políticos son las estrellas. Luis Ovidio Castellanos Ortiz, conocido con afecto como "Tesorito", es un hombre que ha transformado el servicio en un arte y la dedicación en una filosofía de vida. A lo largo de décadas de trabajo incansable, este hombre de 59 años ha dejado una impronta de humanidad y cariño que va más allá de cualquier cargo o título.
El comienzo de una trayectoria excepcional
Con un carisma innato y una disposición para el servicio que ha tocado la vida de muchos, Luis Ovidio inició su carrera profesional como mesero en el Club Unión. "Había trabajado de mesero. Empecé en el Club Unión y de ahí le mandábamos comida a la gobernación", recordó con una sonrisa. Su dedicación y atención al detalle lo llevaron a ser parte de la Gobernación de Santander, un lugar donde su presencia es sinónimo de calidez y profesionalismo.
Inicialmente contratado como mesero en la Asamblea Departamental, Luis trabajó allí durante un año y medio antes de ser promovido al despacho del Gobernador. "Llevaba comida a los municipios, lo único que he hecho es servir a la gente. Trato con mucho amor y cariño a la gente", afirmó, mostrando su pasión por el servicio.
Un hombre de confianza y respeto
En los pasillos de la Gobernación, Luis Ovidio ha tenido el honor de servir a algunos de los líderes más influyentes de Colombia, incluyendo al expresidente Álvaro Uribe Vélez. "He atendido al presidente Uribe como unas 20 veces. Siempre he tenido ese privilegio de que cuando vienen los presidentes, soy el que está en la mesa principal de atenderlos", compartió con orgullo. Su reputación como anfitrión impecable lo ha convertido en una figura destacada y respetada dentro de la institución.
Pero su trabajo va más allá del simple acto de servir; es un compromiso profundo con el bienestar de quienes lo rodean. "Todos me llaman ‘Tesorito’ por eso, por la atención que le hago a la gente con mucho cariño", explicó, revelando la razón detrás de su entrañable apodo.
Momentos memorables
Luis Ovidio ha vivido innumerables experiencias memorables durante su tiempo en la Gobernación. "Tengo recuerdos de haber atendido reuniones en el avión de Avianca", rememoró. Su capacidad para adaptarse a cualquier entorno y mantener la calidad de su servicio es impresionante. "Siempre me han mandado para fincas a muchas partes para atender a la gente. Soy una persona de confianza. Me he ganado las cosas con mucho cariño y respeto", añadió.
Estas anécdotas reflejan no solo su habilidad para el servicio, sino también su habilidad para crear conexiones humanas. Ha atendido a líderes como Serpa, el coronel Aguilar, Didier Tavera, Mauricio Aguilar, y Juvenal Díaz, siempre conociendo sus preferencias personales y asegurándose de que su experiencia sea inigualable. "A cada gobernador le tengo cosas buenas", enfatizó, subrayando su dedicación al detalle.
Evolución de la Gobernación de Santander
Luis Ovidio ha sido testigo de la evolución de la Gobernación de Santander a lo largo de los años, desde la época de Mario Camacho y Carlos Ibáñez hasta la actualidad. "He conocido muchos senadores. Con Richard, gobernador, conocí muchos municipios. Llevaba refrigerios y comidas en los municipios", explicó.
A pesar de los cambios en la política y la administración, una constante ha sido su compromiso inquebrantable con el servicio. "He atendido a todos los gobernadores y los trato igual, con respeto. A todo el mundo trato con cariño y respeto", afirmó, demostrando su habilidad para mantener relaciones positivas con diferentes administraciones.
Un modelo de trabajo y relaciones
La clave del éxito de Luis Ovidio radica en su enfoque de las relaciones laborales. "Lo más fundamental es no comentar nada de lo que uno ve. Entre menos escuche, mejor", aconsejó. Su habilidad para crear un ambiente positivo y de confianza es una de las razones por las que es tan apreciado por sus colegas y superiores.
Además, Luis es conocido por su disposición a hacer un esfuerzo adicional para asegurarse de que todos se sientan valorados y atendidos. "Si está enfermito, salgo corriendo a traer las cosas. Lo que quieran, para crear un ambiente bueno y que se sientan bien con uno", explicó.
La pasión de Luis Ovidio por su trabajo es evidente en cada palabra. "Me gusta hacer las cosas con mucho cariño y respeto. Eso es lo que me motiva", dijo. Su dedicación va más allá del deber; es un reflejo de su amor genuino por atender a las personas sin esperar nada a cambio.
A pesar de estar cerca de la jubilación, Luis sigue comprometido con su trabajo. "Me faltan 2 añitos para pensionarme. Me van a condecorar en la Asamblea por mi servicio", compartió con una mezcla de orgullo y humildad. Su legado es un recordatorio de que el servicio al prójimo puede ser una vocación tan significativa como cualquier otro trabajo.
Un legado de amor y dedicación
Luis Ovidio Castellanos Ortiz es mucho más que un simple empleado de la Gobernación de Santander. Es un símbolo de dedicación y humanidad que ha tocado la vida de muchos. Su historia es un testimonio del poder del servicio desinteresado y la importancia de tratar a cada persona con respeto y cariño.
Mientras se prepara para su jubilación, su legado quedará como un faro de inspiración para quienes lo conocen y aquellos que seguirán sus pasos. "El amor de atender a la gente sin ningún interés", concluyó Luis, es lo que lo define y lo que continuará resonando en los pasillos del palacio amarillo, mucho después de que haya dejado su cargo.