Resumen
Estudio australiano revela que los cigarrillos electrónicos aumentan el estrés y la depresión en jóvenes. Contrario a la creencia popular, la OMS advierte que estos dispositivos no son seguros ni ayudan a dejar la adicción a la nicotina.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Una investigación australiana ha revelado que el uso de cigarrillos electrónicos está estrechamente vinculado con un aumento significativo en los niveles de depresión y estrés entre los jóvenes. Esta evidencia refuerza la postura de los expertos, quienes advierten que los dispositivos de vapeo no constituyen una alternativa segura para evitar la adicción a la nicotina.
Contrario a la creencia popular de que los cigarrillos electrónicos son una opción inofensiva e incluso una herramienta eficaz para dejar de fumar, los datos científicos emergentes indican lo contrario. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que estos dispositivos no ofrecen un camino viable para abandonar la adicción a la nicotina y advierte que "los niños y adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tienen al menos el doble de posibilidades de comenzar a fumar tabaco en el futuro".
En los Estados Unidos, el 11,5% de los adultos utilizan cigarrillos tradicionales, mientras que el 4,2% opta por los cigarrillos electrónicos. Más de la mitad de los usuarios de vapeadores tienen entre 18 y 24 años, según el último informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Desde 2014, los cigarrillos electrónicos se han convertido en el producto de tabaco más popular entre los jóvenes, según la Asociación Americana de Psiquiatría.
Un reciente estudio australiano ha examinado el uso de cigarrillos electrónicos entre estudiantes de secundaria y ha encontrado que aquellos con síntomas severos de depresión tienen el doble de probabilidades de haber probado estos dispositivos en comparación con aquellos sin tales síntomas. Los datos del estudio revelaron un uso predominante de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes con peor salud mental, incluyendo síntomas graves de depresión, estrés moderado y alto, y un bajo bienestar general.
El Dr. Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra, neurólogo y sexólogo, explicó que es crucial diferenciar entre cigarrillos electrónicos y otros métodos de consumo como el vapeo. Según él, el vapeo puede asemejarse a las conductas adictivas asociadas con el consumo de marihuana a través de dispositivos como el narguile. "El vapeo a menudo se percibe como algo inofensivo debido a su apariencia de naturalidad, pero esto puede ser engañoso", añadió el Dr. De Rosa.
"El problema principal es que con el vapeo no siempre se sabe exactamente qué sustancias se están inhalando, a diferencia de los cigarrillos electrónicos, cuyos productos son al menos claramente definidos".
