Resumen
El intendente Anderson Alberto Hernández Villar ha sido secuestrado en la frontera colombo-venezolana, presuntamente por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). A pesar de la intensa búsqueda, aún no ha sido encontrado.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El intendente Anderson Alberto Hernández Villar, de 38 años, viajó desde Bucaramanga a la frontera para visitar a su padre en el estado de Táchira, Venezuela. Sin embargo, su familia está viviendo una pesadilla desde que fue secuestrado hace 26 días. Según su madre, Mariela Villar, el intendente estaría en manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y hace un desesperado llamado para que respeten su vida.
Hernández, con más de 20 años en la Policía Nacional y actualmente asignado al CAI del barrio Mutis de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, estaba disfrutando de sus vacaciones al momento del secuestro, el 18 de mayo. Mariela relató que su hijo estaba en San Gil, Santander, y decidió ir a Cúcuta para luego cruzar a Venezuela a visitar a su padre. Se desplazaba en su motocicleta junto con su pareja, una ciudadana venezolana, y tenían previsto encontrarse en La Parada, municipio de Villa del Rosario.
Durante su trayecto, la pareja fue interceptada por hombres armados que se llevaron a Anderson en un camión junto con su motocicleta, dejando a su novia para que informara del suceso. Inicialmente, la situación no fue denunciada hasta que Mariela lo reportó a las autoridades en San Gil el 28 de mayo.
La angustia de la familia crece día a día. "No me han dicho nada, no me lo han devuelto. Al papá ya lo llamaron y le dijeron que el ELN lo tiene en la frontera. Lo único que les pido es que me respeten la vida de mi hijo", clamó Mariela. Anderson es padre de dos niños, de 11 y 9 años, que residen en Cali.
Desde que se conoció el secuestro, la búsqueda ha sido intensa pero sin resultados. La familia se ha puesto en contacto con la ONU para pedir su ayuda en la localización de Anderson. Además, las autoridades han señalado que el tatuaje del escudo de la Policía Nacional que Anderson tiene en uno de sus brazos podría haber llamado la atención del frente “Urbano Carlos Germán Velasco Villamizar” del ELN, que opera en la zona fronteriza.
El secuestro de Anderson es un caso más en la compleja situación de seguridad en la frontera colombo-venezolana, y su familia ruega por su pronta liberación y retorno seguro.
