Resumen
Un hombre robó un anillo de oro a una vendedora de frutas en Santander, Colombia, usando un distractor y una caja de plastilina. Los vecinos denuncian la creciente inseguridad y este método de robo común.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Un hombre robó hábilmente una joya a una mujer que atendía un negocio frente a su vivienda en la mañana del jueves 30 de mayo en la calle 2 con carrera 18 del barrio San Francisco de Piedecuesta, Santander. La mujer, que tiene un puesto de venta de frutas y verduras, fue víctima del robo cuando dos delincuentes en moto llegaron al lugar.
El ladrón esperó a que la mujer estuviera sola, después de que otros clientes se fueron, para abordarla. El cómplice lo esperaba a pocos metros en la moto. El delincuente llevaba varias sábanas que ofrecía a cambio de medicamentos o dinero en efectivo. Según un vecino, el ladrón ya había observado el anillo de oro de la mujer la semana anterior.
El hombre le dio a la mujer un paquete con sábanas para distraerla y le pidió que le permitiera tomar una réplica de su anillo con una caja de plastilina. La mujer, desconfiada, le dio un anillo de fantasía en lugar del de oro, pero el delincuente no se fue y siguió hablando con ella, pidiéndole incluso un banano.
Después de recibir un paquete de sábanas como "agradecimiento" y pagarle 500 pesos por el banano, el ladrón aprovechó para robar el anillo de oro de la mujer. En cuestión de segundos, la vendedora se dio cuenta de que le faltaba la joya en su dedo, pero el ladrón ya había huido con su cómplice en la moto.
La mujer, desesperada, gritó: “Mi anillo… se llevó el anillo, me robó el anillo”. Los vecinos del barrio San Francisco denuncian la creciente inseguridad en la zona y la modalidad de robo en la que delincuentes utilizan cajas de plastilina para engañar a sus víctimas y robarles joyas. Un residente de Piedecuesta comentó que esta forma de robo se ha vuelto común y que muchos ya no pueden usar sus joyas en la calle por temor a ser robados.
