Epa Colombia logró mínima reducción de su condena fabricando manillas en prisión
Resumen
Epa Colombia, conocida por su polémica en redes, logró reducir solo 25 a 27 días en su condena de 5 años tras fabricar manillas artesanales en prisión. El intento, apoyado por su defensa, reveló fallas en los procesos de resocialización del sistema carcelario.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La empresaria e ‘influencer’ bogotana Daneidy Barrera Rojas, conocida como Epa Colombia, obtuvo una reducción de apenas entre 25 y 27 días en su condena durante su permanencia en la cárcel El Buen Pastor, gracias a la fabricación de manillas artesanales.
El intento de Barrera por acogerse a los beneficios de redención de pena por trabajo, contemplados en la Ley 65 de 1993 y la Ley 2466 de 2025, se convirtió en un episodio destacado de su paso por el sistema penitenciario colombiano. Sin embargo, el resultado fue mucho más limitado de lo que su equipo legal esperaba.
Durante su reclusión, Barrera elaboró manillas junto a otras internas, con la esperanza de que esta actividad tuviera un impacto significativo en su situación judicial. No obstante, la práctica mostró las dificultades del sistema carcelario para estructurar procesos colectivos de resocialización. Según explicó su abogado, Francisco Bernate, la rebaja obtenida fue “simbólica” frente a la duración total de la pena.
“Ni siquiera se logró reducir un mes completo”, precisó Bernate, subrayando que las restricciones propias del penal impidieron que el proyecto trascendiera la esfera individual y se consolidara como una verdadera alternativa de resocialización.
Las condiciones de seguridad y salud en El Buen Pastor también marcaron este proceso. De acuerdo con la defensa, Barrera enfrentó dificultades relacionadas con la alimentación y el deterioro de su bienestar físico y mental. Estas circunstancias llevaron a que, tras dos meses de gestiones legales, se autorizara su traslado el 20 de agosto de 2025 a la Escuela de Carabineros de la Policía Nacional, una guarnición militar en Bogotá, donde continuará cumpliendo su condena bajo mayores garantías de seguridad.
Paralelamente, su equipo legal ha explorado otras vías jurídicas, entre ellas la posibilidad de acogerse a la Ley de utilidad pública, que en ciertos casos permite sustituir la prisión por trabajos comunitarios cuando se trata de madres cabeza de hogar en condición de marginalidad. Sin embargo, esta alternativa aún se encuentra en estudio, pues los delitos por los que fue condenada no encajan fácilmente en esos parámetros.
Barrera cumple una sentencia de cinco años y dos meses de prisión desde enero de 2025, tras ser hallada culpable de daño en bien ajeno agravado, perturbación en servicio de transporte público e instigación a delinquir con fines terroristas.
Los hechos que motivaron su condena ocurrieron en noviembre de 2019, cuando la influencer difundió videos destruyendo parte de la estación Molinos del sistema TransMilenio en Bogotá. La Corte Suprema de Justicia ratificó la pena al considerar que sus mensajes en redes tenían la capacidad de incitar a la violencia, además de imponerle la prohibición de utilizar sus plataformas digitales con fines de influencia comercial o social.
