Estufas ecoeficientes: una alianza humanitaria por la vida rural

Una alianza estratégica entre el Desminado Humanitario del Ejército Nacional y la empresa privada está transformando las condiciones de vida y salud de familias vulnerables en zonas rurales del país, tradicionalmente afectadas por la dependencia de fogones de leña. La iniciativa se centra en la construcción e instalación de estufas ecoeficientes, un proyecto que no solo reduce el consumo de leña y sus impactos ambientales negativos, sino que también mejora la calidad del aire dentro de los hogares.

Un Beneficio tangible

El proyecto, que ha superado su fase piloto, se ha consolidado como una acción de responsabilidad social empresarial con un fuerte componente humanitario y de desarrollo sostenible, liderada en su ejecución por suboficiales y soldados de la Brigada de Desminado Humanitario.

El sargento viceprimero Javier Aguilar, suboficial de acción integral de la Brigada, explicó que el primer piloto se implementó en Chaparral, Tolima, beneficiando inicialmente a tres familias. A la fecha, ya se han construido y entregado 71 cocinas en distintas regiones del país, ubicadas en zonas rurales de Santander, Caquetá, Huila, Putumayo, La Guajira, Antioquia y Meta, territorios históricamente afectados por la sospecha de minas antipersonal.

La meta anual del proyecto es la construcción de más de 80 estufas en zonas rurales. Según el suboficial Aguilar, el único requisito para la selección es que las comunidades demuestren ser realmente vulnerables y necesiten este tipo de apoyo.

En términos de capacidad operativa, un soldado capacitado logra construir una estufa en un promedio de dos días y medio. Pese a trabajar "a máxima capacidad", la limitación principal es el tiempo disponible. Actualmente, el proyecto se encuentra en una fase crucial para cumplir su objetivo: se han entregado las 71 cocinas mencionadas y hay 21 más en desarrollo para alcanzar la meta anual.

Desafíos logísticos

A pesar del éxito y el compromiso, la iniciativa enfrenta importantes desafíos logísticos. Las condiciones de seguridad en áreas aún contaminadas con artefactos explosivos y el acceso limitado a algunas regiones complican el transporte de materiales esenciales.

Muchas de estas zonas carecen de infraestructura vial adecuada, lo que obliga a transportar insumos como ladrillos, tubos y cemento a través de caminos de trocha e incluso mediante el uso de mulas. Sin embargo, la labor se facilita gracias a la colaboración activa de los campesinos de las comunidades beneficiadas, quienes han jugado un papel clave en el avance de las obras.

Esta acción humanitaria se alinea con la estrategia del Ejército Nacional de fortalecer la confianza con la población civil. Al llevar bienestar y soluciones prácticas a territorios golpeados por el conflicto y la pobreza, la presencia institucional busca promover esperanza y desarrollo sostenible, demostrando un compromiso que va más allá de las operaciones de seguridad y desminado.