Ex jugador del Cali ahora es una estrella del K- pop

El delantero barranquillero Pablo Sabbag vive un presente inusual para un futbolista profesional. A sus 28 años, además de ser figura del Suwon FC en Corea del Sur, decidió explorar un camino artístico en la industria del K-pop, fusionando su pasión por el fútbol con el gusto por la música.

Tras coronarse campeón del Torneo Apertura en 2023 con Alianza Lima y marcar más de quince goles en dos temporadas, Sabbag fue elegido el mejor jugador de la Liga 1 de Perú. Ese desempeño lo llevó a fichar por el Suwon FC, uno de los equipos más tradicionales de la K League. En Corea, rápidamente se convirtió en referente: suma 12 goles en 24 partidos y está a una anotación del máximo artillero del torneo, Jeon Jin-Woo.

Paralelamente, la vida en Seúl lo acercó a la cultura local. El futbolista confesó que escuchar grupos como BTS y Blackpink lo inspiró a preguntarse “cómo sonaría un barranquillero en un K-pop”. La respuesta fue su primer sencillo, Seúl, una mezcla de ritmos coreanos y latinos que refleja tanto su admiración por el país asiático como sus raíces caribeñas.

La recepción no se hizo esperar. Mientras algunos fanáticos celebraron su versatilidad, otros le recordaron que su mayor alegría sigue siendo verlo en la cancha. “Bien con la música, mi hermano, pero siga con el fútbol”, fue uno de los mensajes más repetidos en redes sociales.

Sabbag, conocido como “El Jeque” por su ascendencia siria, ha llevado una carrera marcada por la movilidad internacional. Formado en el Deportivo Cali, jugó en Argentina, Portugal y Perú antes de llegar a Corea del Sur. Además, aprovechó su doble nacionalidad para representar a la selección de Siria en las Eliminatorias al Mundial 2026, convirtiéndose en el primer jugador de ese país en marcar en la Copa Libertadores y en actuar en varias ligas de América y Europa.

En 2025 lanzó tres canciones, aproximadamente una cada mes y medio, consolidando su proyecto musical. Desde su residencia en Corea, donde montó un estudio con piano, guitarras y acordeón, combina letras en español y coreano con sonidos que evocan la costa colombiana. “Desde que llegué a Corea me enamoré de su gente, su cultura y su música. Seúl es un homenaje a eso”, explicó.

Con disciplina, goles y canciones, Sabbag se ha convertido en un personaje singular: un delantero que no solo busca brillar en el fútbol asiático, sino también hacerse un lugar en la competitiva industria del K-po