Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por primera vez en muchos años, el excongresista santandereano Tiberio Villareal Ramos decidió abandonar el silencio y la prudencia característicos de sus años de retiro de los escenarios de la política nacional para desmentir en EL FRENTE lo que él califica como una andanada de falsos señalamientos en su contra, recientemente legitimados con una actuación del ente acusador. Entre otras cosas, mencionó al exfiscal general de la Nación Alfonso Valdivieso Sarmiento de participar en la conspiración judicial en su contra.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
Hace pocos días el país conoció la resolución de acusación que en segunda instancia logró proferir en contra del excongresista santandereano una fiscal delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá, y mediante la cual le efectúa un llamado a juicio en el marco de una investigación que lleva el ente acusador en su contra por su presunta participación, nada menos que en el grado de determinador, en la masacre de ‘La Rochela’, en la cual fueron vilmente asesinadas 12 personas y tres más resultaron heridas, todos ellos pertenecientes a una comisión judicial.
Los cargos en su contra son bastante serios pues se le señala como posible responsable de los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado y concierto para delinquir por los hechos ocurridos en la masacre, la cual se registró el 18 de enero de 1989 en zona rural de Simacota (Santander).
35 años después de la masacre, la autoría material de los hechos está plenamente documentada. Se sabe por ejemplo que Alonso de Jesús Vaquero, alias Vladimir, fue quien perpetró el golpe, y aunque el día de los hechos a los miembros de la fatídica comisión judicial se les presentó como miembro del Frente 23 de las Farc, de acuerdo con versiones de los sobrevivientes que reposan en el expediente en contra del excongresista Villareal Ramos, realmente estaba operando bajo el estandarte del Bloque Central Bolívar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, una estructura paramilitar sangrienta y despiadada a la que el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) señala de haber tenido control militar y territorial entre 1999 y 2006 en 15 departamentos y en más de 200 municipios, con un saldo trágico de víctimas de 4 mil 449, solo para el caso de los asesinatos selectivos, entre otras conductas de horror.
El dilema para el caso de la masacre, entonces, no está en los perpetradores materiales sino en los intelectuales. Según la versión de la Fiscalía, construida únicamente con los relatos de Alonso de Jesús Vaquero, alias Vladimir, el excongresista Villareal Ramos se habría reunido en varias oportunidades con cabecillas paramilitares del Magdalena Medio para recibir apoyo político y financiero. En medio de uno de los esos supuestos encuentros la Fiscalía asegura que Villareal habría presionado para que fueran asesinados los integrantes de una comisión judicial que investigaba el accionar delictivo de los paramilitares en la región, entre otros casos, por ejemplo, la desaparición de 19 comerciantes de la región del Magdalena Medio santandereano.
Supuestamente, Tiberio Villarreal habría ordenado que les robaran el expediente y la evidencia relacionada con el caso. “En atención a esa instrucción, hombres armados interceptaron a los funcionarios y, con el pretexto de que tenían información valiosa, los llevaron por una vía rural, donde fueron emboscados por una estructura a cargo de alias Vladimir. En la acción criminal murieron dos jueces, dos secretarios de despacho, seis investigadores judiciales y dos conductores”, dice el reciente reporte de la Fiscalía General de la Nación.
“Un burdo montaje judicial”
De acuerdo con lo que explicó el excongresista a EL FRENTE, la primera vez que su nombre llegó al expediente fue en el año 1995, cinco años después de la masacre, y fue por cuenta del propio Vladimir. “Él fue capturado por las autoridades y trasladado hasta un centro carcelario en la ciudad de Cúcuta, adonde lo visitó Virgilio Hernández Castellanos, que era fiscal y quién tiene una relación muy cercana con una de las víctimas de la tragedia, durante la visita entre ambos se fortaleció una versión para vincularme a mí con los hechos”, indicó Villarreal Ramos quien no escatimó en el señalamiento de nombres de alto perfil que habrían participado en el que para él, no hay duda, es un burdo montaje judicial.
Por ejemplo, como participe del complot señaló al exfiscal general de la Nación, Alfonso Valdivieso Sarmiento, primo del inmolado Luis Carlos Galán Sarmiento, y quien fue asesinado por el narcotráfico el mismo año de la masacre de La Rochela, pero en el mes de agosto, el 18 para ser exactos.
El relato de Tiberio Villareal Ramos da cuenta de una vinculación de su nombre, junto a otros cuatro congresistas, como los determinadores del magnicidio: “Nos señalaron a Julio César Turbay Ayala, expresidente de Colombia, a Alberto Santofimio Botero, a Hernando Duran Duzán, a Víctor Renán Barco y a Cesar Pérez García, como los autores intelectuales del atentado contra el doctor Galán”. ¿Y quien fue el autor del señalamiento? Al mismo Alonso de Jesús Vaquero, alias Vladimir.
El nombre de Alfonso Valdivieso Sarmiento surge de nuevo en la entrevista de EL FRENTE con el excongresista Tiberio Villareal en un segundo episodio, el cual habrían protagonizado ambos en el Congreso de la República marco de unas discusiones de la eliminación de la justicia sin rostro: Villarreal como congresista y ponente del proyecto de ley, proponía la eliminación inmediata de la cuestionada justicia sin rostro; Valdivieso Sarmiento, por su parte, insistía en que si bien no debía perpetuarse en el tiempo debía permanecer funcionando por lo menos 2 años más.
Villareal Ramos recuerda que, en una oficina aledaña al Salón Elíptico, en la que también se encontraba el entonces embajador de EE.UU. en Colombia, Myles Robert Rene Frechette, hubo cruce de señalamientos de altísimo calibre de lado y lado entre él (Villareal) y el entonces Fiscal General de la Nación, enfrentamiento que si bien para esos días terminó con una conciliación a seis meses para iniciar el desmonte de la justicia sin rostro Villareal indicó que dejó una huella de resentimiento muy profunda en Valdivieso, animadversión que años más tarde se habría configurado en una especie de apoyo a que la Fiscalía avanzara en convertir los señalamientos de alias Vladimir en una resolución de acusación contra Villareal Ramos. En otras palabras, una venganza política por la vía de un montaje judicial.
“Confío en la justicia”
El proceso, debido a se sigue por los parámetros de la Ley 600 de 2000 (anterior Sistema Penal), y la cual sigue vigente para delitos penales que ocurrieron antes del 2005, como este, puede tardarse más que unos pocos días en alcanzar la etapa de juicio, recientemente ratificada por la Fiscalía General de la Nación con la resolución de acusación en firme.
En el peor de los casos (la condena en su contra) Villareal Ramos no sería apto para una condena en centro carcelario, dada su avanzada edad.
Sin embargo, esa es una posibilidad que no cabe en su mente. “Seré declarado inocente y todo este montaje se irá al suelo, como el sinnúmero de señalamientos que en mi contra inventaron muchos contradictores políticos y los cuales fueron desechados por la justicia en las etapas preliminares”, indicó Villarreal Ramos.
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