Resumen
El firmante del acuerdo de paz, Martín Batalla, denuncia que le sirvieron carne humana durante su tiempo en la cárcel Bellavista de Medellín. Pide a la Jurisdicción Especial para la Paz investigar las desapariciones forzadas en cárceles.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Martín Batalla, firmante del acuerdo de paz en 2016, ha compartido una escalofriante experiencia durante su tiempo en la cárcel Bellavista de Medellín. A través de su cuenta de X, reveló que mientras estaba preso, le sirvieron carne humana en el almuerzo, específicamente un dedo humano. Esta denuncia surge en respuesta a las revelaciones del exdirector de la cárcel La Modelo de Bogotá, William Gacharná Castro, ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), quien explicó cómo los cuerpos de reclusos asesinados se convertían en comida para otros presos.
Ojo @JEP_Colombia!! No solo fue en La Modelo. A propósito una anécdota: fui prisionero político en la cárcel de Bellavista, Medellín, en los años 2005 y 2006. Un día, repartiendo los alimentos del almuerzo nos salió un dedo humano. Se hicieron las respectivas denuncias
— Martín Batalla (@batalla_marti) January 25, 2024
Hilo🧵
Martín Batalla y sus compañeros reclusos denunciaron el macabro incidente ante la administración del Inpec en ese entonces, presentando pruebas que respaldaban sus afirmaciones. Sin embargo, nunca recibieron una respuesta oficial del Instituto Penitenciario. Además, Batalla señala que estos actos estaban vinculados a desapariciones forzadas dentro de los centros carcelarios, impactando profundamente a los familiares que buscaban a sus seres queridos.
En un llamado a la Jurisdicción Especial para la Paz, Batalla insta a abrir una investigación exhaustiva sobre las desapariciones forzadas en cárceles, destacando la necesidad de abordar esta cruda realidad derivada del conflicto armado colombiano. La denuncia de Batalla se suma a la confesión de Gacharná sobre la desaparición sistemática de reclusos en La Modelo, donde algunos cuerpos eran utilizados como carne molida en las comidas de otros presos.
