Exespía de la CIA sugiere que Hitler pudo haber escapado a Argentina
El exagente de la CIA Bob Baer afirmó recientemente que existe un “creciente cuerpo de evidencia” que indica que Adolf Hitler no murió en Berlín en 1945 como sostiene la historia oficial, sino que fingió su suicidio y escapó a Sudamérica, específicamente a la Argentina. El exespía estadounidense espera que los archivos que el gobierno argentino ordenó desclasificar arrojen luz sobre un posible vínculo entre el Führer y altos funcionarios del gobierno peronista, así como sobre los esfuerzos por instaurar un “Cuarto Reich” en la región.
Baer, quien trabajó durante 21 años para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y participó en la serie del History Channel Hunting Hitler, señaló que el hallazgo en 2015 de un búnker oculto en la selva misionera —con instalaciones modernas como plomería y electricidad— refuerza la hipótesis de que Argentina fue un refugio diseñado para esconder a jerarcas nazis. “Si fueras a esconder a Hitler, allí es donde lo harías”, aseguró en una entrevista con el Daily Mail.
El exagente también recordó que durante la presidencia de Dwight D. Eisenhower (1953-1961), el gobierno estadounidense consideró seriamente la posibilidad de que Hitler hubiera sobrevivido. En ese contexto, Baer apuntó al papel del gobierno de Juan Domingo Perón, quien habría facilitado el ingreso de cientos de nazis a territorio argentino y apoyado iniciativas como un ambicioso proyecto de fusión nuclear liderado por un científico nazi en la Isla Huemul.
La desclasificación de archivos sobre criminales de guerra nazis refugiados en Argentina fue impulsada recientemente por el presidente Javier Milei, en respuesta a un pedido del senador estadounidense Chuck Grassley y tras una reunión con representantes del Centro Simon Wiesenthal. El ministro de Defensa argentino, Luis Petri, confirmó que los documentos entregados al centro incluyen actas reservadas de Fabricaciones Militares entre 1945 y 1950, donde se sugiere la contratación de personal europeo y operaciones financieras sospechosas.
“Se calcula que alrededor de 5.000 nazis podrían haber transitado por Argentina entre 1945 y 1955”, señaló Petri, quien también advirtió sobre la posible circulación de fondos relacionados con actividades ilícitas del régimen nazi. Las nuevas actas podrían contribuir a esclarecer el rol de bancos europeos en el lavado y ocultamiento de esos fondos.
Pese a estas teorías, la mayoría de los historiadores coinciden en que Adolf Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945 en el búnker de Berlín junto a Eva Braun, y que sus restos fueron descubiertos por las tropas soviéticas días después. Sin embargo, el escepticismo persiste. Investigaciones forenses en las últimas décadas han arrojado resultados contradictorios: en 2000, Rusia exhibió un fragmento de cráneo atribuido al dictador, pero análisis realizados por el arqueólogo Nick Bellantoni sugirieron que los restos pertenecían a una mujer. Posteriormente, el forense francés Philippe Charlier concluyó que las piezas dentales sí correspondían a Hitler, aunque las dudas nunca se disiparon por completo.
Para Baer, la confusión sobre la muerte de Hitler es “uno de esos grandes misterios en la historia para los que nunca habrá una respuesta completa”. La expectativa ahora recae sobre los archivos desclasificados y su posible contribución para arrojar luz sobre uno de los enigmas más persistentes del siglo XX.