Exmilitares colombianos estarían sirviendo como mercenarios en Sudán
Resumen
Sudán denuncia ante la ONU la presencia de más de 300 exmilitares colombianos apoyando a las FAR, vinculándolos con violaciones a los derechos humanos. Emiratos Árabes Unidos rechaza estas acusaciones y el presidente Petro busca repatriar a los implicados.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El conflicto civil en Sudán tomó un nuevo giro tras la denuncia del gobierno sudanés ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que señaló la presencia de más de 300 exmilitares colombianos en su territorio, supuestamente contratados para combatir junto a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). Según el embajador sudanés Al-Harith Idriss Al-Harith Mohamed, los connacionales habrían viajado desde Emiratos Árabes Unidos (EAU) y participado en graves violaciones a los derechos humanos, incluidas ejecuciones extrajudiciales, reclutamiento de menores y uso de fósforo blanco contra población civil.
El documento presentado por Sudán incluye nombres de los exmilitares, registros de más de 1.600 bombardeos y planes de ataque contra comunidades, además de señalar al coronel retirado Álvaro Quijano como intermediario del reclutamiento, presuntamente en coordinación con la empresa Global Security Services Group, con sede en EAU. La investigación también revela que los combatientes habrían empleado francotiradores y drones en acciones comparadas con los llamados “falsos positivos” en Colombia.
La acusación ha generado tensiones diplomáticas. La embajada de Emiratos Árabes Unidos en Colombia rechazó las imputaciones, calificándolas de “propaganda deliberada” y recordando que un informe del Grupo de Expertos de la ONU no encontró pruebas concluyentes que vinculen a su país con el envío de mercenarios a Sudán.
Mientras el caso es evaluado por instancias judiciales internacionales, el presidente Gustavo Petro pidió a la Cancillería explorar mecanismos para repatriar a los colombianos implicados y avanzar en un proyecto de ley que prohíba la participación de connacionales en conflictos armados extranjeros.
La crisis en Sudán ya ha desplazado a más de doce millones de personas y la supuesta participación de colombianos añade un componente internacional que podría escalar la presión sobre los responsables y abrir investigaciones por crímenes de guerra y lesa humanidad.
