Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La viruela del mono, conocida también como viruela símica o mpox, ha captado la atención mundial por su impacto creciente, y Colombia no es una excepción. Para comprender mejor esta enfermedad infecciosa y su situación actual en el país, consultamos a la Dra. Ruth Martínez Vega, profesora titular de la Escuela de Medicina y coordinadora de investigaciones de Medicina en la Universidad de Santander (UDES).
Con un Doctorado en Ciencias de la Salud Pública, la Dra. Martínez ofrece un análisis detallado sobre las medidas de protección necesarias, los síntomas característicos y la gravedad de esta enfermedad provocada por el virus de la viruela Símica, o "monkeypox virus".
Situación actual en Colombia y Santander
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), desde julio de 2022 hasta el 21 de agosto de 2024, Colombia ha confirmado 4,259 casos de viruela del mono. De estos, el 96.8% han sido en hombres, con una tasa de hospitalización del 0.8% y sin reportes de fallecimientos. En lo que va de 2024, se han registrado entre uno y siete casos semanales en el país.
En Santander, se han reportado 80 casos desde el inicio de la epidemia, con una predominancia del 93.8% en hombres y sin hospitalizaciones. El último caso en el departamento fue reportado en noviembre de 2022. Consulta las cifras actualizadas aquí.
Formas de transmisión y síntomas
La viruela del mono se transmite principalmente a través del contacto directo con la piel afectada, secreciones respiratorias, o lesiones en el ano, recto o vagina de una persona infectada. También puede transmitirse indirectamente a través de objetos contaminados como ropa, toallas o juguetes sexuales. La transmisión de madre a hijo puede ocurrir durante el embarazo o el parto.
Los síntomas iniciales incluyen escalofríos, dolor muscular, dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza, inflamación de ganglios y fatiga. Aproximadamente uno a cinco días después del inicio de estos síntomas, pueden aparecer lesiones en la piel que inician en la cara y se extienden al cuerpo, manos, piernas y pies. Estas lesiones evolucionan desde manchas rojizas hasta pápulas, vesículas, pústulas y finalmente costras. También pueden presentarse inflamaciones en la garganta, ojos y mucosas genitales.
El periodo de incubación estimado es de cinco a 21 días, y la duración de los síntomas varía entre dos y cuatro semanas.
Gravedad y riesgo de mortalidad
La viruela del mono tiene un riesgo de mortalidad que varía entre 1% y 10%, dependiendo del subtipo del virus. El Clado I del virus tiene una mayor letalidad comparado con otros clados. Aunque menos grave que la viruela, cuya erradicación se logró en 1979, la gravedad depende del clado y las condiciones del paciente.
Los grupos más vulnerables incluyen a los menores de edad y a personas con VIH.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza mediante la observación de síntomas y signos clínicos, confirmados por pruebas moleculares (PCR en tiempo real) que se realizan en muestras de líquido o costras de las lesiones. Actualmente, no existe un tratamiento antiviral específico para la viruela del mono, y las investigaciones están en curso. La vacuna utilizada contra la viruela puede ofrecer protección, aunque su uso está limitado y se recomienda principalmente para contactos cercanos de casos confirmados.
Medidas de prevención
Las principales medidas preventivas incluyen el lavado frecuente de manos con agua y jabón, evitando el contacto con personas con lesiones visibles, y el aislamiento de casos sospechosos hasta la formación de una nueva capa de piel. Además, se deben desinfectar adecuadamente las superficies y objetos en contacto con pacientes infectados.
ASOCEPIC ha enfatizado la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica, promover el aislamiento de casos confirmados, y realizar una educación eficaz sobre la enfermedad. También se ha destacado la importancia de la cooperación entre instituciones y la preparación adecuada para emergencias.
Contexto histórico
La viruela del mono es una zoonosis descubierta en 1958 en monos en un laboratorio en Copenhague y reportada por primera vez en un niño en la República Democrática del Congo en 1970. El aumento de casos recientes se atribuye en parte a la pérdida de inmunidad cruzada debido a la suspensión de la vacunación masiva contra la viruela en la década de 1980.
Para más información y actualizaciones sobre la viruela del mono, se recomienda consultar las fuentes oficiales y seguir las directrices de salud pública.
