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Explorando la trayectoria del profesor Kento Taro Magara en investigaciones de la calidad del aire en Bucaramanga

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Resumen

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Bucaramanga, una ciudad que respira historia y tranquilidad, alberga a un pionero en la lucha por la calidad del aire. Kento Taro Magara Gómez de 50 años de edad, es un distinguido profesor asociado de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Pontificia Bolivariana seccional Bucaramanga, originario de esta tierra y ha dedicado gran parte de su vida a entender y combatir los desafíos ambientales. Ingeniero Químico de formación, con una maestría en Química Ingeniería Ambiental y Doctorado en Ciencia Tecnología Ambiental, Magara Gómez se ha posicionado como una figura clave en la evaluación del impacto de diversas tecnologías y combustibles en las emisiones vehiculares.

En una conversación franca y reveladora, el profesor Kento Taro Magara Gómez abordó con pasión y conocimiento los desafíos actuales que enfrenta Santander en términos de calidad del aire. Con más de 15 años de experiencia en el campo, Magara Gómez fue elocuente al describir la importancia de sus investigaciones y proyectos en colaboración con la autoridad ambiental CDMB.

Actualmente, su equipo trabaja arduamente tomando muestras de material particulado en el campus, buscando entender la dinámica temporal de este contaminante y su potencial amenaza para la salud. Magara Gómez enfatizó la importancia de comprender no solo la composición química de estas partículas, sino también su comportamiento en diferentes momentos del día. La responsabilidad de monitorear estos niveles recae principalmente en la autoridad ambiental CDMB, pero el profesor destacó el apoyo del gobierno en proyectos recientes.

En un tono reflexivo, Magara Gómez compartió que, “el estudio de la calidad del aire ha sido una oportunidad para marcar la diferencia en un campo poco explorado a nivel nacional”. Invitó a la comunidad a educarse más en este tema, subrayando la importancia de que, “actores clave, como autoridades de transporte, empresas de servicios públicos y entidades de salud, se involucren activamente en estos asuntos”.

Explicación accesible

La entrevista se tornó técnica cuando Magara Gómez exploró la diferencia entre las partículas PM 2.5 y PM 10. Describió el tamaño de estas partículas de manera gráfica, comparándolas con el grosor de un cabello humano, “PM 10 son partículas de 10 micrómetros o menos, una décima parte del grosor de un cabello humano. No son perceptibles a menos que estén muy concentradas. PM 2.5, con diámetro de 2.5 micrómetros o menos, pueden llegar al flujo sanguíneo y contener sustancias carcinogénicas como metales (plomo, cadmio, cromo) y compuestos orgánicos”. Su habilidad para traducir la complejidad científica en un lenguaje accesible destaca su compromiso con la divulgación de conocimientos.

En cuanto a los incendios recientes, el profesor expuso la necesidad de campañas de reforestación en zonas afectadas, especialmente el del Páramo de Santurbán y los cerros entre Floridablanca y Piedecuesta. Destacó la importancia de la colaboración entre la academia y las autoridades ambientales para abordar este desafío.

El diálogo dio un giro hacia los proyectos en los que Magara Gómez ha colaborado con la autoridad ambiental local, “La elaboración del plan de gestión de la calidad del aire para el área metropolitana de Bucaramanga ha sido un hito significativo. Este plan, exigido a todas las autoridades ambientales locales, busca implementar medidas tanto a corto como a mediano y largo plazo para mejorar la calidad del aire”.

El profesor elogió el apoyo gubernamental en estos proyectos, señalando que se ha avanzado en la renovación de equipos de monitoreo de la calidad del aire, “Los nuevos equipos de alta tecnología llevan funcionando menos de un año y representan un paso crucial para mejorar las estrategias de comunicación de resultados a la comunidad”.

Ante la pregunta sobre la preparación de Santander para los episodios de incendios relacionados con el Fenómeno del Niño, Magara Gómez ofreció una visión franca, “Considero que, a nivel nacional, no estamos completamente preparados para enfrentar contingencias de esta magnitud”. Sin embargo, reconoció que, “si bien se han dado pasos importantes, aún hay mucho por recorrer”. Destacó el fortalecimiento del trabajo en calidad del aire en Santander, especialmente con la renovación de la red de monitoreo de la CDMB.

Las recomendaciones de Magara Gómez a la comunidad son claras y fundamentadas en la protección de los sectores más sensibles, como la población infantil y los adultos mayores. Recomendó el uso del tapabocas N95 y la limitación de actividades al aire libre en momentos críticos. Además, brindó consejos sobre la importancia de mantenerse hidratado en medio de las altas temperaturas y la exposición a la radiación solar.

Responsabilidad compartida

En un cierre reflexivo, el profesor añadió un elemento preocupante al panorama. Alertó sobre la alta probabilidad de que el Fenómeno del Niño afecte la región durante gran parte del año y explora el fenómeno de inversión térmica, que dificulta la dispersión de contaminantes atmosféricos. Hace un llamado a la comunidad para prepararse para estos fenómenos naturales, evitando acciones que puedan desencadenar incendios y siendo conscientes de los riesgos asociados.

La voz de Kento Taro Magara Gómez resuena más allá de las aulas y laboratorios, recordándonos la responsabilidad compartida de preservar la calidad del aire y proteger la salud de la comunidad. Su dedicación a la investigación y a la divulgación de conocimientos destaca la importancia de enfrentar los desafíos ambientales con sabiduría y acción conjunta.

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