Exviceministra de Salud advierte desde Bucaramanga riesgos de la reforma a la salud: “Una propuesta pensada para el siglo pasado”
Resumen
La reforma al sistema de salud en Colombia enfrenta críticas por falta de consenso y claridad en su impacto sobre la financiación, la institucionalidad y los derechos de los pacientes, según la exviceministra Isabel Cárdenas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En entrevista con EL FRENTE y la Cadena de La Cordialidad, la exviceministra de Salud y exdirectora de la ADRES advirtió que la iniciativa oficial que pretende reformar el sistema de salud en Colombia no logró el consenso ciudadano ni técnico que debería sustentar una transformación de fondo en un sector tan sensible para los colombianos.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
El sistema de salud colombiano atiende diariamente a más de 50 millones de usuarios y maneja un presupuesto que supera el 7 % del PIB. Por ello, las decisiones que se tomen en el Congreso durante los próximos meses marcarán el rumbo de la atención en salud durante las próximas décadas.
Voces como la de Isabel Cárdenas alertan que el país podría estar a punto de desmontar un modelo con aciertos y fallas, para reemplazarlo por un esquema incierto que aún no resuelve preguntas esenciales sobre financiación, institucionalidad y derechos de los pacientes.
Durante un conversatorio realizado en la capital santandereana, la exviceministra de Salud y exdirectora de la Administradora de Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), Isabel Cárdenas, lanzó una dura crítica a la reforma al sistema de salud que impulsa el gobierno de Gustavo Petro y que por estos días avanza en su tercer debate en el Congreso de la República.
Cárdenas fue enfática en señalar que, a diferencia de otros proyectos del Ejecutivo, la reforma a la salud se construyó sin la participación activa de la ciudadanía, de las sociedades médicas, ni de los pacientes. Según explicó, la propuesta cambia de manera sustancial el modelo de atención, pero sin ofrecer claridad sobre aspectos esenciales como la responsabilidad en la gestión de los servicios que recibirán los usuarios.
La exviceministra también recordó que la oposición radicó dos ponencias: una que pide archivar el proyecto y otra, alternativa, que busca mitigar los impactos negativos de la iniciativa. Sin embargo, aseguró que ni siquiera esa alternativa resuelve las dudas centrales: qué pasará con la institucionalidad actual, cómo se transformarán las EPS intervenidas hacia las llamadas gestoras y qué mecanismos garantizarán una transición ordenada.
Ajustes sí, refundación no
Para la exdirectora de la Adres, el sistema de salud colombiano requiere ajustes después de 30 años de funcionamiento, pero no una refundación completa como la que propone el gobierno de Petro.
“Los países en el mundo no suelen repensar sus sistemas de salud desde cero, sino que buscan alternativas para mejorar lo existente. Esta reforma implica retroceder tres décadas y empezar de nuevo, poniendo en riesgo la continuidad del derecho a la salud de los colombianos”, afirmó.
Cárdenas insistió en que muchos de los objetivos planteados por el actual gobierno podrían alcanzarse con reformas puntuales, sin necesidad de desmontar la arquitectura institucional construida en las últimas tres décadas.
Los grandes riesgos de la reforma
Durante la conversación, la exfuncionaria sintetizó en tres puntos sus principales preocupaciones frente al proyecto oficialista:
· Responsabilidad difusa en la atención al usuario. Según Cárdenas, la reforma “deja en el aire” la responsabilidad sobre la salud de los ciudadanos. Hoy, un paciente puede interponer una tutela contra una EPS por fallas en la atención; en el nuevo modelo, no habría claridad sobre a quién exigirle el cumplimiento de sus derechos.
· Debilidad en el financiamiento y riesgo de corrupción. La iniciativa no corrige los problemas estructurales de financiación del sistema y, al trasladar la administración de los recursos a entidades públicas, podría exponerlos a manejos ineficientes y prácticas clientelistas. “No tenemos la madurez institucional para garantizar transparencia en el manejo de estos recursos”, advirtió.
· Un modelo desactualizado frente a las necesidades del país. Cárdenas alertó que el proyecto no contempla cómo responder a los retos de una población cada vez más envejecida, ni cómo financiar innovaciones médicas y tecnológicas. “Es una reforma para el siglo XX, no para el siglo XXI.
· No resuelve cómo asegurar talento humano suficiente ni cómo garantizar atención oportuna en un sistema que debe prepararse para una Colombia más enferma y más longeva”, puntualizó.
La exviceministra reconoció que la propuesta oficial fortalece el componente público de la salud, trasladando la administración de los recursos a las secretarías de salud y a la gestión del sector público. Sin embargo, consideró que esto, lejos de fortalecer la garantía del derecho, podría limitar la capacidad de los ciudadanos para incidir y exigir soluciones oportunas a sus problemas de atención.
Aunque crítica, Cárdenas no descartó que el debate legislativo pueda enriquecer la reforma con aportes de los diferentes sectores. “Esperamos que, de aprobarse, la iniciativa llegue más concertada y construida con la participación de la sociedad”, señaló.
Para ella, el reto es garantizar que la reforma no debilite los derechos adquiridos por los pacientes ni afecte la continuidad en la prestación de los servicios, un riesgo que considera inminente si se aprueba en los términos actuales.
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Un perfil técnico y no político
Diana Isabel Cárdenas Gamboa fue viceministra de Protección Social durante el gobierno del expresidente Iván Duque. Cárdenas, quien se desempeñaba como la directora de Financiamiento Sectorial de este ministerio, es economista de la Universidad Nacional de Colombia, cuenta con un magíster en Economía de la Universidad de los Andes y un magíster en Políticas e Investigación Social de la University College de Londres.
Esta bogotana ha dedicado toda su vida laboral al sector social. Realizó investigación sobre la creación de municipios centinela y descentralización, realizó una especialización en régimen subsidiado y de ahí llegó al Ministerio de la Protección Social.
Posteriormente, la nueva viceministra fue asesora de la Subdirección de Calidad de Vida del Departamento Nacional de Planeación, así como especialista en Protección Social en el Banco Mundial y en la dirección de Movilidad y Función para el Trabajo del Ministerio del Trabajo, hasta llegar –en octubre de 2016- a la dirección de Financiamiento Sectorial del Ministerio de Salud.