Familia santandereana clama por ayuda para repatriar cuerpo de joven soldado fallecido en Ucrania
Resumen
Héctor Salinas, de Floridablanca, murió en Ucrania mientras buscaba un futuro mejor para su familia. Su muerte dejó 31 víctimas en un pelotón colombiano. Su familia lucha por repatriar su cuerpo, enfrentando trabas diplomáticas y un dolor inmenso.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La familia de Héctor Eduardo Salinas, un joven de 27 años vive un calvario tras recibir la noticia de su muerte en Ucrania. Salinas, oriundo de Floridablanca, había viajado a Europa para unirse a las fuerzas armadas ucranianas, con el objetivo de dar una vida mejor a su madre y hermana. Sin embargo, su sueño se vio truncado el pasado 2 de septiembre cuando, según informes, cayó en un campo minado.
Héctor se había mantenido en contacto con su familia durante los tres meses que llevaba en el frente de batalla. En su último mensaje, a través de WhatsApp, les expresó su deseo de regresar a casa pronto. Trágicamente, su pelotón, conformado por 35 colombianos, sufrió un duro golpe, dejando 31 víctimas mortales en el mismo incidente.
La madre del joven, Rocío Romero, expresó su profundo dolor. “Yo veía tantas madres llorando, y sufriendo por la partida de sus hijos, pero jamás pensé que me tocara vivirlo a mí”, relató, visiblemente afectada. “Es un hueco, un vacío que nadie ni nada podrá llenar, al saber que un hijo de uno está allá tirado y no lo puedo ver ni tocar ni tener”.
La familia ahora enfrenta una batalla para repatriar el cuerpo de Héctor a Colombia y darle una sepultura digna en Santander. Sin embargo, la hermana del soldado, Alejandra Romero, ha encontrado dificultades en este proceso. “Escribí a la embajada ucraniana, y lo que me respondieron es que ellos no hacían nada en temas militares”, denunció, añadiendo que, tras su reclamo, no volvieron a recibir respuesta.
Héctor Eduardo Salinas había prestado su servicio militar en el Batallón Caldas de Bucaramanga y trabajado en seguridad privada en Bogotá. Impulsado por la promesa de un futuro mejor, tomó la decisión de viajar al frente de una guerra ajena. Su muerte se suma a la de más de 90 colombianos que han optado por unirse a las filas extranjeras en busca de nuevas oportunidades, encontrando en cambio, un trágico final. La guerra en Ucrania ha cobrado un alto precio, y para la familia de Salinas, la lucha por traer a su ser querido a casa es ahora la única prioridad.
