Fernando Ardila Plata : Una vida al aire que marcó el periodismo santandereano

La voz que por más de cuatro décadas acompañó a los santandereanos desde las cabinas de radio hoy se escucha con un tono de nostalgia, pero también de gratitud. Fernando Ardila Plata, quien durante 41 años fue gerente regional de RCN Radio, recibió la Orden Civil al Mérito Periodístico otorgada por la Gobernación de Santander y el Concejo de Bucaramanga, un reconocimiento a una trayectoria que se confunde con la historia misma de la radio en la región.

Cuatro décadas al servicio de la palabra

“Parte de mi vida”, así define Ardila sus años dedicados a los medios de comunicación. Su historia comenzó desde muy joven, impulsado por una curiosidad innata hacia la palabra, el sonido y el poder de la información. Desde sus inicios en Radio Bucaramanga, la emisora más importante del oriente colombiano en aquel entonces, mostró una pasión inquebrantable por comunicar con responsabilidad y cercanía.

“Cuando resolví vincularme a los medios fue desde muy pequeño y representa todo lo que una persona puede desear dentro de su actividad”, recuerda con serenidad. Durante su paso por Radio Bucaramanga, transformó el panorama radial local con proyectos innovadores, programas de opinión y coberturas que marcaron época. Su llegada a RCN Radio consolidó su liderazgo en la gerencia regional, un cargo que sostuvo durante cuatro décadas, guiando a varias generaciones de periodistas y técnicos que encontraron en él a un mentor y un referente de ética profesional.

“Imagínese usted en 40 años todo lo que pudo pasar, todos los eventos que pudimos realizar, todos los hechos de noticia que pudimos tratar”, reflexiona con humildad.

La evolución del periodismo y el salto digital

La radio que conoció Ardila en sus primeros años poco tiene que ver con la que dejó hace apenas una semana. Él mismo reconoce que el paso del tiempo ha sido vertiginoso y que la tecnología cambió las reglas del juego. “Hay un tránsito que nos ha tocado a todos y es una obligación hacerlo, porque la tecnología ha sido muy fuerte, muy rápida, absolutamente acelerada”, explica.

En su voz se percibe la sabiduría de quien no teme al cambio, sino que lo entiende como parte natural del progreso. “La radio siempre ha tenido competencia con los medios digitales y las redes sociales, pero nosotros debemos acomodarnos. Así como lo hacen las demás profesiones, nosotros también salimos adelante”.

RCN, bajo su liderazgo, fue pionera en adoptar las plataformas digitales, transmitir vía satélite y complementar su programación tradicional con contenidos para redes. Ardila fue testigo de los saltos tecnológicos más importantes del siglo en la radio: “Cuando llegó la época del satélite, fuimos de los primeros en colocarlo, y eso fue un paso fundamental. Hoy estamos más adelantados que nunca, pero debemos ir paralelos con la tecnología, trabajar unidos para salir adelante”, sentencia.

Un periodista que vivió la historia

Son incontables las noticias que pasaron por sus manos, pero hay una que marcó su vida para siempre. “Estaba presentando un reinado en el Club Unión de Bucaramanga cuando me informaron que habían asesinado a Luis Carlos Galán. Tuve que parar la fiesta, interrumpir la música y decirle a los asistentes que el país acababa de perder a uno de sus líderes. Fue un momento muy duro. Hasta ahí llegó la fiesta”, recuerda con la voz entrecortada.

Ese episodio resume su sentido del deber periodístico: comunicar la verdad, incluso cuando duele. Para Ardila, la radio siempre fue un servicio, un puente entre los hechos y la comunidad, entre la información y la esperanza.

Un legado que inspira

El reconocimiento que hoy recibe llega en un momento de transición. Hace apenas una semana presentó su carta de renuncia a la gerencia regional de RCN, cerrando un ciclo que deja huella en la historia del periodismo santandereano. Sin embargo, lejos de un adiós, lo asume como una pausa. “Voy a salir unos meses del país a visitar a mi hijo, pero volveré. No sé si a la radio, porque ese campo ya está muy copado, pero sí a los medios. Me dedicaré al podcast, a escribir, y sobre todo, a seguir entrevistando, que es lo que más me gusta”.

Ya trabaja en un proyecto personal, en un espacio digital donde espera seguir aportando a la conversación pública desde nuevos formatos. “La radio fue mi escuela, pero la comunicación sigue viva. Y ahora quiero seguir aprendiendo desde otros medios”, dice con entusiasmo.

Reconocimiento a una vida dedicada al periodismo

Durante la ceremonia, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus destacó la entrega y el compromiso de Ardila con la región “Hoy otorgamos la Orden Ciudadano Meritorio Categoría Especial a Fernando Ardila Plata, un santandereano ejemplar que dedicó más de cuatro décadas al periodismo, consolidándose como una de las voces más influyentes en la radio regional y nacional. Su compromiso con la verdad, su pasión por informar y su servicio a la comunidad dejan un legado que inspira a Santander y a las futuras generaciones de comunicadores”, expresó el mandatario.

El homenaje, acompañado también por el Concejo de Bucaramanga y la Asamblea Departamental, fue recibido por Ardila con gratitud y emoción. “Es una agradable sorpresa. Siento un profundo reconocimiento a la Gobernación, al Concejo y a la Asamblea. Para nosotros los que estamos en los medios, eso es bien importante. Uno se siente complacido y puede mostrarlo con orgullo a los que vienen detrás. Es algo que se coloca en un sitio visible para decirle a la familia: aquí estamos, lo hicimos, y lo hicimos bien”, expresó el periodista.

Una voz que seguirá resonando

La historia de Fernando Ardila Plata es la historia de la radio misma: del transistor al satélite, del noticiero matutino al pódcast digital. Su nombre está ligado al crecimiento de los medios de comunicación en Santander, a las coberturas de los grandes hechos nacionales, a la formación de generaciones de profesionales que aprendieron de su rigor y su sencillez.

Hoy, cuando las ondas radiales guardan silencio por su partida de RCN, queda el eco de su voz y su legado: el de un hombre que entendió el periodismo como un acto de servicio y humanidad. Su vida al aire no termina con un punto final, sino con una pausa y una promesa: seguir contando historias, ahora desde nuevos micrófonos, pero con la misma pasión de siempre.