Fiebre amarilla se espera para diciembre en Bucaramanga
Resumen
Bucaramanga en alerta: con el mosquito Aedes aegypti trasmitiendo fiebre amarilla, inicia un plan preventivo. Se intensifica la vacunación, vigilancia y campañas para eliminar criaderos. La vacuna, efectiva al 99%, es clave para frenar la propagación.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Alerta sanitaria con prevención, contención y vacunación
El historial de brotes de dengue en la capital santandereana corrobora la presencia sostenida del mosquito Aedes Aegypti, por lo tanto, este vector se convierte en peligro para el virus de fiebre amarilla.
La Secretaría de Salud de Bucaramanga emitió una alerta sanitaria tras identificar la inminente llegada del virus de la fiebre amarilla al departamento de Santander y a la capital santandereana.
El Ministerio de Salud declaró a Bucaramanga zona de alto riesgo por la circulación del mosquito Aedes aegypti, vector conocido por transmitir el dengue y portador también del virus de la fiebre amarilla.
Claudia Mercedes Amaya, Secretaria de Salud municipal, explicó que la presencia del Aedes aegypti en el municipio confirma el peligro latente. La identificación de este mosquito como transmisor obliga a lanzar un plan de acción que reduzca la posibilidad de brotes y garantice una respuesta inmediata en caso de detección del virus.
El plan de contingencia diseñado por las autoridades contempla varias acciones. Primero, la intensificación de la vacunación contra la fiebre amarilla, dirigida a personas de entre nueve meses y 60 años.
Vacuna muy efectiva
Segundo, la vigilancia entomológica para monitorear la densidad del vector. Tercero, una campaña informativa que subraya la importancia de eliminar criaderos y adoptar medidas de protección personal.
Según señaló la funcionaria, la vacuna contra la fiebre amarilla ofrece una efectividad del 99 % y se administra de manera gratuita en toda la red de atención, tanto pública como privada.
Una sola dosis garantiza inmunidad de por vida. Este antígeno, disponible desde 1930, figura en los protocolos de vacunación nacional y cumple con los estándares de seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
No todos los ciudadanos pueden recibir la vacuna. Las mujeres embarazadas, pacientes oncológicos, quienes padecen artritis reumatoide, enfermedad renal crónica o cualquier condición que afecte gravemente el sistema inmunológico figuran entre los grupos contraindicado. Quienes superan los 60 años o viven con VIH requerirán evaluación médica antes de la aplicación.
Sólo por picadura
El Ministerio de Salud proyecta que el primer caso autóctono podría detectarse en diciembre. Este cálculo parte del análisis histórico de la expansión del vector a lo largo de la cordillera Oriental, moviéndose desde zonas de alta endemicidad hacia la región de Bucaramanga.
La proyección se revisará en caso de llegada de visitantes procedentes de territorios con circulación intensa del virus. La fiebre amarilla no se trasmite de persona a persona. La infección ocurre únicamente por la picadura de un Aedes aegypti infectado.
Este dato adquiere relevancia frente a falsos mitos sobre contagio por contacto directo, saliva o utensilios. Insistir en esta precisión evita alarmas injustificadas y concentra esfuerzos en el control del mosquito.
Vector Aedes aegypti más resistente
El llamado de la Alcaldía resulta claro. Acudir de inmediato a los puntos de vacunación, solicitar la expedición del certificado internacional de fiebre amarilla para viajeros y revisar carnés de inmunización.
Quienes hayan recibido la vacuna antes de 2013 deben actualizar su registro en el sistema nominal del Ministerio de Salud para facilitar trámites futuros, particularmente en el exterior.
Desde los hogares también surge una responsabilidad. Se requiere inspeccionar recipientes, canaletas y espacios que acumulen agua, descartar floreros sin uso, tapar cisternas y lavar bebederos de mascotas.
Las comunas más afectadas por la alta incidencia de dengue —San Francisco, Comuna 1, Real de Minas y San Alonso— exhiben niveles de infestación que alertan sobre posibles focos de fiebre amarilla.
La adaptación del Aedes aegypti a mayores altitudes ha modificado el mapa del riesgo. Antes, altos sectores de la ciudad quedaban exentos por superar los 1.400 metros sobre el nivel del mar.
Hoy, registros recientes confirman la resistencia del vector a condiciones antes consideradas inhóspitas. Bucaramanga conserva la condición de área de alto riesgo.
Labor constante de control entomológico
Esta realidad subraya la necesidad de combinar estrategias preventivas con una labor constante de control entomológico. El cuadro clínico de la fiebre amarilla incluye fase inicial con fiebre alta, escalofríos, cefalea intensa y dolores musculares.
En su forma tóxica, la enfermedad evoluciona hacia vómitos persistentes, ictericia y hemorragias. La letalidad supera el 30 % en ausencia de atención médica oportuna. Este perfil clínico refuerza la urgencia de la vacunación masiva.
La Alcaldía programó jornadas de vacunación masiva para este domingo, con puntos estratégicos en toda la ciudad. Paralelamente, se habilita la expedición del “carné amarillo” para viajeros, requisito obligatorio en destinos que exigen comprobante internacional de inmunización. Estas actividades contarán con apoyo logístico.
La batalla contra el virus de la fiebre amarilla demanda un esfuerzo conjunto. Autoridades, personal de salud y ciudadanía deben mantener vigilancia permanente.
La vacuna y la eliminación de criaderos conforman las herramientas más eficaces. Garantizar la inmunización y la eliminación del vector definirá la capacidad de Bucaramanga para evitar un brote devastador. La prevención se impone como única ruta segura.
