¿Fracaso total? Colapinto eliminado en la Q1 del GP de Mónaco
El desempeño de Franco Colapinto en el Gran Premio de Mónaco 2025 fue una combinación de frustración técnica y desafíos propios del exigente trazado urbano. A pesar de estar en su segundo fin de semana como piloto titular de Alpine, el argentino no logró avanzar más allá de la Q1 en la clasificación y partirá desde el 18° puesto, apenas un lugar por detrás de su compañero de equipo, Pierre Gasly. La jornada estuvo marcada por problemas persistentes con el monoplaza A525, especialmente con la tracción y el rendimiento de los neumáticos blandos, los cuales Colapinto describió como “incontrolables” por el sobrecalentamiento y la falta de grip.
Desde las prácticas libres, el pilarense mostró dificultades: fue 19° en la FP1, último en la FP2 y repitió la última posición en la FP3, donde incluso fue investigado por un adelantamiento bajo bandera roja, aunque finalmente no fue sancionado. A lo largo del fin de semana, se evidenció una constante: mientras el auto se comportaba mejor en curvas rápidas, perdía mucho rendimiento en curvas lentas, una deficiencia crítica en un circuito como Mónaco, donde el trazado estrecho y sinuoso exige alta maniobrabilidad y balance en zonas lentas.
La frustración de Colapinto se reflejó en sus declaraciones, donde señaló que no encuentra confianza al manejar el auto, siente el tren trasero inestable y expresó incertidumbre sobre la puesta a punto general del Alpine. Además, destacó que incluso con el compuesto medio lograba tiempos similares a los del blando, lo que indica una falta de correlación entre estrategia y rendimiento real en pista.
A pesar del mal resultado, el joven piloto mantiene algo de esperanza de cara a la carrera del domingo, que promete ser un reto adicional por las escasas posibilidades de adelantamiento. Con 78 vueltas por delante y una estrategia de dos paradas obligatorias por normativa de la FIA, Colapinto confía en que el ritmo de carrera sea superior al mostrado en clasificación. Sin embargo, necesitará más que un “saltito” en rendimiento para revertir una situación que él mismo reconoció como una constante durante toda la temporada.
El GP de Mónaco, con su histórico prestigio y dificultad para adelantar, será una prueba de fuego para el argentino, no solo en lo técnico, sino también en lo mental.