Hepatitis: la amenaza silenciosa que cobra una vida cada 30 segundos
Resumen
La hepatitis es una enfermedad silenciosa que afecta a millones y puede llevar a consecuencias graves como cirrosis o cáncer hepático. A pesar de tratamientos y vacunas efectivas, la prevención y detección temprana son cruciales para frenar su impacto.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Este 28 de julio, el mundo conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, una fecha para crear conciencia sobre una enfermedad que, aunque muchas veces avanza en silencio, puede tener consecuencias devastadoras. La hepatitis es una inflamación del hígado que puede originarse por infecciones virales —como los tipos B y C—, causas autoinmunes, tóxicas o metabólicas, como el hígado graso. Actualmente, más de 354 millones de personas en el mundo viven con algún tipo de hepatitis, muchas de ellas sin saberlo.
Uno de los mayores peligros de esta enfermedad es su carácter silencioso. Se estima que cada 30 segundos muere una persona por causas asociadas a la hepatitis, a pesar de que existen tratamientos efectivos, vacunas y medidas de prevención. Los tipos B y C, en particular, pueden permanecer asintomáticos durante años, mientras el hígado sufre un deterioro progresivo que puede desembocar en cirrosis o cáncer hepático.
En Colombia, el panorama no es ajeno. Según el Ministerio de Salud y Protección Social, recientemente se reportaron más de 670.000 casos nuevos de hepatitis B y C. Aunque el 88,5 % de los diagnosticados recibió antivirales con tasas de curación superiores al 98 %, aún persisten vacíos en prevención, diagnóstico temprano y cobertura de vacunación.
Para el Dr. Edwin Velasco, vocero de Heel Colombia, la clave está en la prevención y la detección oportuna. “Hábitos saludables, vacunas y acceso a pruebas diagnósticas salvan vidas. También existen medicamentos naturales que fortalecen el sistema inmune y pueden apoyar al organismo frente a infecciones crónicas”, afirma.
Seis acciones pueden marcar la diferencia: adoptar hábitos preventivos, estar alerta a los síntomas, promover información confiable, explorar terapias complementarias, exigir políticas públicas de salud eficaces y, sobre todo, actuar a tiempo. Porque cuando se trata de hepatitis, el silencio puede ser letal.