Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: José Luis Alarcón Rojas/Especial para Diario EL FRENTE
No es solo un partido de 90 minutos, un balón, unos árbitros y 11 para 11, esto que se juega hoy es algo magno, es el sello de la historia, esa historia que nos ha sido esquiva en más de una ocasión. Es el momento de reivindicar una región, una ciudad, un pueblo, una afición cuando la pelota empiece a rodar, ahí van tras el balón, miles y miles de hombres y mujeres aferrados a la fe, la esperanza, la ilusión de que 11 guerreros y el ´cacique´ Dudamel nos pongan en el mapa victorioso de los triunfadores.
Atlético Bucaramanga con el corazón encendido, defenderá a muerte lo que ya tiene entre sus manos, el título de Campeón y colgará su primera estrella en el infinito mundo del Olimpo y el Laurel, que solo pertenece a quienes lo merecen por su lucha, sacrificio y virtud para triunfar.
Hoy es el día señalado por los dioses para entregar la bendición de ser el campeón. Han sido muchos los años de espera, generaciones completas que marcharon al encuentro con el Padre Celestial y no tuvieron la dicha que estamos cerca de nosotros lograr, una espera ansiosa y sin reparo, que toda una afición desbordada de fe y optimismo espera para explotar de júbilo inmortal.
¡Vamos Mi Búcaros del Alma! ¡Vamos Leopardo querido! La gloria está cerca y nuestras historias se harán eternas en el tiempo. Claro que se puede, el camino está lleno de espinas, pero las rosas y el laurel aparecen para ovacionarle en el camino a la victoria.
En lo eminentemente futbolístico, Atlético Bucaramanga llega con la ventaja a favor, ya tiene el título en la mano, a ver si se lo deja quitar, a ver si Santa Fe logra arrebatar a una fiera ávida de Gloria lo que ya tiene más que merecido. Se debe jugar con mucho orden, concentración, alta dosis de actitud e intensidad, cada pelota a muerte, lucha incesante en el uno contra uno, muy fuertes en la pelota quieta, y aprovechar la ansiedad del contrario que los lleve a cometer errores, aprovecharlos y liquidarlos si se puede, no traicionar la idea que nos ha hecho fuerte y estar en gracia divina con la suerte.
Dios de la Santa Bendición ¡Hoy es el día!