Indignación en Santander: niños beben agua contaminada con heces mientras gobiernos miran hacia otro lado
Resumen
Una denuncia revela que niños de escuelas rurales en Santander consumen agua con 6000 unidades de E. coli, superando el límite de la OMS. La situación persiste sin solución. Un modelo sostenible intenta garantizar agua limpia con ayuda internacional.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Una grave denuncia fue revelada por el exdiputado y excandidato a la Gobernación de Santander, Ferley Sierra Jaimes, quien hizo público un video que evidencia una realidad tan dolorosa como indignante: niños de escuelas rurales del departamento de Santander están consumiendo agua contaminada con materia fecal.
En el registro, el exdiputado, mejor conocido como el Profe Ferley, muestra el agua tomada directamente de una llave de una institución educativa en Santander.
El líquido, visiblemente turbio, fue analizado en laboratorio, arrojando resultados que deberían encender todas las alarmas de las autoridades sanitarias: la muestra presentó una concentración de E. coli de 6.000 unidades, cuando el límite permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es cero.
“Esto es agua con heces fecales y no la recogimos de un inodoro. Es el agua que beben los niños en una escuela de Santander”, denunció Sierra con evidente indignación.
El impacto sobre la salud de los menores ya es evidente: seis de los cuarenta estudiantes de esta institución presentan enfermedades gastrointestinales que les han impedido asistir a clases.
Igualmente, en centros médicos de San Gil, varios niños y adultos permanecen hospitalizados por casos de gastroenteritis. De cinco muestras tomadas en la zona, tres confirmaron la presencia de bacterias propias de las heces humanas.
Lo más alarmante es que esta situación no es nueva. Según el profe Ferley, la contaminación del agua y las deplorables condiciones de saneamiento en las escuelas rurales de Santander han sido denunciadas repetidamente durante años, sin que las administraciones locales o departamentales adopten medidas efectivas.
“Hemos lanzado alertas una y otra vez, pero la negligencia persiste. ¿Cuántos niños más deben enfermarse para que actúen?”, cuestionó el exdiputado.
Gestionando dignidad
A pesar de la desesperanza, el exdiputado destacó que en la misma institución, con apoyo internacional, se ha implementado una solución sostenible para garantizar agua limpia, un modelo que busca replicar en otras zonas rurales del departamento.
Sierra concluyó su denuncia con un llamado directo a los organismos de control, a la Procuraduría, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo y a los ministerios de Educación y Salud, para que intervengan de manera urgente y garanticen condiciones dignas para el desarrollo educativo y la salud de los niños santandereanos.
“No podemos seguir permitiendo que nuestros hijos estudien y se enfermen por culpa del abandono institucional. ¡Santander merece respeto, y sus niños, dignidad!”, enfatizó.
La denuncia continúa, y con ella, la exigencia de que se ponga fin a esta tragedia silenciosa que sigue afectando a los más vulnerables del departamento.