¡Insólito! Un menor tomó el control del tráfico aéreo en El Dorado …y los controladores lo permitieron
Resumen
Un menor fue autorizado para manejar el tráfico aéreo en El Dorado, Bogotá, por controladores, sin acreditar formación. La Aeronáutica Civil suspendió licencias y abrió una investigación. Este acto irresponsable reveló graves fallos en seguridad operacional.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En un episodio que parece sacado de una comedia de errores pero con consecuencias potencialmente trágicas, la torre de control del aeropuerto más importante del país, El Dorado de Bogotá, fue escenario de un hecho tan irresponsable como alarmante: el pasado 21 de julio, un menor de edad, sin ningún tipo de acreditación ni formación, fue autorizado por controladores aéreos para asumir, por breves minutos, el control del tráfico aéreo.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Colombia / EL FRENTE
Sí, leyó bien: un menor dirigiendo aviones comerciales en uno de los espacios aéreos más congestionados de América Latina.
¿La razón? Aún no está clara. Pero lo que sí ha quedado en evidencia es la desbordante confianza (o negligencia) de algunos funcionarios de la Aeronáutica Civil que, en un acto de inconsciencia absoluta, pusieron en manos de un niño lo que normalmente solo pueden manejar profesionales altamente entrenados.

Cinco días después del bochornoso episodio, la Aeronáutica Civil emitió un comunicado reconociendo el hecho y anunciando medidas “contundentes”, aunque tardías, para enfrentar esta grave violación a los protocolos de seguridad.


Entre las acciones tomadas, se encuentran la suspensión temporal de las licencias de los controladores involucrados, así como la apertura de una investigación disciplinaria interna bajo el expediente 2025/178.
Además, el ente rector del tránsito aéreo colombiano informó que notificará a otros organismos de control, ante la posibilidad de que se hayan cometido delitos. Porque, sí, dejar que un menor dirija tráfico aéreo podría ser un delito. ¡Quién lo hubiera imaginado!

La propia Aeronáutica reconoció que se trató de una violación gravísima a las normas que rigen la seguridad operacional. “Esto no representa la conducta de la mayoría de nuestros profesionales”, señaló la entidad en un intento de desmarcarse del escándalo, mientras reitera su “compromiso inquebrantable” con la seguridad aérea. Sin embargo, el episodio deja muchas más preguntas que respuestas:
¿Quién autorizó el ingreso del menor a una zona restringida?
¿Qué tipo de supervisión se aplica realmente en la torre de control?
¿Qué protocolos fallaron (o se ignoraron por completo)?
¿Y cómo es posible que nadie se diera cuenta… hasta ahora?
La indignación crece entre la opinión pública, mientras los gremios aeronáuticos guardan prudente silencio los pasajeros se preguntan si la próxima vez que tomen un vuelo, será también un niño quien les autorice el despegue.