Resumen
La Interpol se instala en Medellín para intensificar la lucha contra la trata de personas y explotación sexual de menores. La decisión se tomó tras la captura del líder de una red de tráfico y explotación sexual, conocido como "el Mexicano".
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La Alcaldía de Medellín anunció la llegada de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) a la ciudad para intensificar la lucha contra las redes de trata de personas y explotación sexual de niños, niñas y adolescentes.
La decisión se tomó tras la captura de Cristóbal Paulino Fernández Viamonte, alias "el Mexicano", un ciudadano cubano-mexicano que, según las autoridades, era el líder de una organización que engañaba a mujeres con promesas de trabajo en México para luego explotarlas sexualmente.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, afirmó que "Interpol vino para liderar esta actividad tan importante, pero el anuncio que queremos darle a Medellín y al país es que Interpol vino para quedarse. A partir de este momento se instalan todas las capacidades Interpol en la ciudad de Medellín para seguir controlando y para seguir luchando en contra de todos estos flagelos".
La captura de alias "el Mexicano" fue posible gracias al trabajo conjunto de Interpol, la Policía Nacional de Colombia y la Policía Federal de México. El sujeto fue detenido en el Centro Comercial Milla de Oro, en El Poblado, al ser notificado de tener una circular roja en su contra.
Gutiérrez advirtió que "cualquier persona que ha delinquido en cualquier parte del mundo, que no puede venir aquí como refugio, porque aquí va a ser capturado".
Sobre alias "el Mexicano", se informó que desde el 2019 se había radicado en Medellín y desde entonces había adquirido siete establecimientos de comercio en el parque Lleras, los cuales utilizaba para atraer a las jóvenes que luego eran explotadas en las ciudades mexicanas de Cancún y Mérida.
Una vez en México, las víctimas eran recibidas por miembros de la estructura criminal quienes las trasladaban a casas de seguridad donde eran despojadas de sus pasaportes y documentación, y obligadas a firmar un contrato donde se les imponía una deuda imposible de pagar.
La llegada de Interpol a Medellín representa un paso importante en la lucha contra la trata de personas y la explotación sexual, y se espera que permita desarticular más redes criminales y rescatar a las víctimas de estos delitos.