La capital santandereana da un paso firme hacia el escenario internacional con la modernización tecnológica del Estadio Américo Montanini, un proyecto que no solo busca albergar eventos deportivos de talla mundial como la Copa Libertadores, sino que además representa una apuesta estratégica para impulsar la economía local y fortalecer el tejido empresarial de la ciudad.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Economía / EL FRENTE

Durante las últimas semanas, más de 40 intervenciones técnicas han transformado este emblemático escenario deportivo, con mejoras como la instalación de fibra óptica de 12 hilos, switches POE, zonas Wi-Fi, cableado estructurado y mantenimiento de pantallas.

La ejecución del proyecto, a cargo de la empresa Red Summa, fue contratada por el Instituto Departamental de Recreación y Deporte de Santander (INDERSANTANDER) y busca garantizar una infraestructura moderna, segura y eficiente, acorde con los estándares exigidos por competencias internacionales.

Pero el impacto va más allá de lo deportivo. La adecuación del estadio fortalece el posicionamiento de Bucaramanga como una ciudad capaz de recibir miles de visitantes nacionales e internacionales, generando una significativa derrama económica para sectores clave como la hotelería, la gastronomía, el transporte y el comercio local.

La ciudad cuenta con una infraestructura turística sólida y robusta, con más de 10.000 plazas hoteleras, una oferta gastronómica reconocida en el país y una creciente agenda cultural que complementa la experiencia de quienes llegan atraídos por grandes eventos.

Esta sinergia entre deporte, cultura y servicios permite que los pequeños y medianos empresarios de la ciudad, desde restaurantes familiares hasta artesanos, taxistas, tiendas y alojamientos independientes, vean reflejado un incremento directo en sus ingresos.

“Modernizar el Estadio Américo Montanini no solo es una inversión en tecnología, es una inversión en el futuro económico de Bucaramanga”, señalaron desde Red Summa. “Cada evento de gran envergadura que se realice aquí representa empleos, consumo local y visibilidad para la ciudad”.

El nuevo estadio no solo beneficiará a los más de 10.000 asistentes esperados por evento, sino que se convierte en un motor de desarrollo sostenible para la región. Bucaramanga se consolida así como un destino competitivo para el turismo deportivo, un segmento en auge a nivel mundial que requiere no solo escenarios adecuados, sino también ciudades preparadas para recibir y atender con calidad y calidez a miles de visitantes.

Con esta transformación, Bucaramanga no solo entra en el radar de las grandes ligas del deporte, sino también en el mapa de las ciudades intermedias que dinamizan su economía a través de la infraestructura inteligente, la hospitalidad y el emprendimiento local. Una ciudad que entiende que el deporte también es desarrollo.