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Jaime Andrés Beltrán Martínez es víctima de una conjura política

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Los jefes políticos tienen amigos falsos y enemigos verdaderos’. En Bucaramanga se ha vuelto costumbre el chantaje para colocar contra la pared a los buenos administradores de las entidades públicas, especialmente cuando se trata de personas de carácter, de coraje y valentía, como Jaime Andrés Beltrán Martínez, otra víctima de la maldita envidia que se da silvestre en nuestro departamento.

Padecimos durante cuatro años al arquitecto Juan Carlos Cárdenas Rey, el antiguo publicista radial, que se inventó una fórmula para eludir las obligaciones en materia de contratación oficial, como lo hizo con el derroche de recursos para la remodelación de parques, que dentro de poco tiempo tendrán que ser restaurados porque no resisten el tránsito de vehículos automotores.

Unos mozalbetes, que se inventan encuestas políticas ficticias para tratar de revivir cadáveres políticos, están empeñados en atajar al pastor religioso que logró entenderse con el clero secular y con las demás organizaciones religiosas que tienen asiento en la capital de Santander.

Quienes conocemos a Jaime Beltrán como concejal de Bucaramanga y como periodista, sabemos que se trata de un hombre honrado, que es víctima de la maldita envidia. Durante la segunda instancia que se surtirá en el Consejo de Estado se conocerá toda la verdad sobre la doble militancia electoral, que es el caballito de batalla de ciertos abogados contratistas, que se sienten huérfanos del poder.

Elegido alcalde de Bucaramanga con el aval del ‘Movimiento Colombia Justa y Libre’, encontró también el apoyo del Partido Conservador que colocó a su disposición la lista completa de los candidatos al Concejo de Bucaramanga.  Otras organizaciones electorales, además de centenares de líderes religiosos que le dieron su respaldo en las urnas, a cambio de recuperar la seguridad para los habitantes de la capital de Santander.

Con las primeras de cambio, Jaime Andrés Beltrán encontró enemigos políticos que antes de las elecciones le sobaban la chaqueta y hasta le pedían autógrafos con candidatos de otros movimientos electorales, sin ningún compromiso distinto al de la buena educación que es parte de su buena educación.

Que de malo tiene saludar a las personas que aspiran a otros cargos de elección popular, si es una demostración de buena educación adquirida desde los textos bíblicos, que el alcalde Beltrán conoce como educador y como periodista.

Nunca hemos podido entender cómo, personajes de su generación lo combaten por las redes sociales, como tratando de ejercer chantaje contra la personalidad del mandatario municipal.

El alcalde de Bucaramanga ha superado con creces la buena administración de muchos de sus antecesores, especialmente la de Juan Carlos Cárdenas Rey, que fue un desastre y que dejó endeudado al municipio de Bucaramanga hasta los tuétanos, con las licitaciones de ‘UNICO Proponente’, lo que está por investigarse.

Beltrán Martínez tiene carácter para enfrentar a las bandas emergentes, a los bandidos de las motocicletas, a las bandas criminales del microtráfico y hasta se siente halagado cuando le aplican el apelativo de ‘Bukele’, aquel mandatario salvadoreño que ha encarcelado a la delincuencia en el pequeño país centroamericano.

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