Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Jorge E. Solís
Quizás el mayor flagelo que padecemos los colombianos y sin temor a equivocarnos en lo más mínimo, se llama corrupción, la que viene haciendo carrera desde tiempos pluscuamperfectos e infortunadamente con muchos de los más destacados dirigentes empresariales estatales y privados, graduados con un “cum lude” que los catapulta de manera exitosa por su ‘excelente’ labor al servicio de la comunidad, premiados en su gran mayoría por las autoridades competentes que se muestran absortas y permisivas, observando que lo hacen al compás, galopando con estilo, y de requerir castigo o condena, que lo haga “el de arriba”.
Solo basta con analizar los datos de investigación del primer semestre 2024, informe entregado por Global de Fraude y Riesgo, elaborado por la consultora Kroll, que revela que Colombia se consolida como el tercer país de Latinoamérica con mayor corrupción empresarial. “Los casos de corrupción más frecuentes en las empresas grandes se relacionan con el pago para para agilizar trámites, la manipulación de materia de contratación-tanto pública como privada-, y las donaciones políticas, mientras que en las Pymes y emprendimientos se presentan más hechos asociados con la evasión de impuesto y fraudes internos”.
Se considera que “7 de cada 10 compañías en los últimos 3 años han abierto investigaciones internas por conductas relacionadas con fraude, soborno, lavado de activos, entre otros tipos de trampa a la ley. En Colombia, estos hechos crecieron un 15% en el primer semestre del año, frente al mismo periodo de 2023”. Según la medición de Invamer Poll de junio de 2024, “el 72% de los encuestados considera que la corrupción en el país está empeorando, ha aumentado en 12 puntos en tan solo dos años de gobierno”.
De otro lado, EY Colombia, en los resultados de la Encuesta Global de Integridad 2024, en el alcance de su ética, “el 48% de los encuestados en Colombia, considera que los ejecutivos estarían dispuestos a comportarse de manera no ética para mejorar su carrera o su situación financiera personal. Incumplir políticas internas, proveer información falsa a la gerencia, ignorar conductas no éticas en sus equipos, falsificar datos de clientes, entre otros. El 38% de los encuestados, indican que el mayor riesgo interno es la falta de recursos dedicados al cumplimiento”.
Lo increíble es que la propia Contraloría General de la República informó en 2023 que, la corrupción es un problema generalizado en Colombia, en promedio cada año les cuesta a los colombianos $50 billones. No basta con llorar, en resumen, para pasar de la protesta a la propuesta, la ley debe operar con rigurosidad, con castigos y condenas ejemplarizantes, evitando que se premie con nombramientos a embajadas y puestos creados en el exterior para eludir las responsabilidades de estos ‘genios’ que esquilman nuestros recursos, librándonos de paso la creación de nuevos impuestos para cubrir estos ominosos desfalcos.
