¡La Fe sigue intacta!

Por: José Luis Alarcón Rojas/Especial para Periódico EL FRENTE.

Después de la cuarta jornada de los cuadrangulares, los cuatro equipos del Grupo A siguen en pie y cualquiera puede llegar a la final, si sacan los resultados favorables en estas dos últimas fechas; como decimos en la prensa deportiva, el grupo está abierto, si, el grupo puede ser para Bucaramanga, que tiene la ventaja del punto invisible, pues si al término de las seis jornadas empata en puntos con cualquiera de los otros tres. Para Pereira que lleva la ventaja y depende de sus resultados, si gana los dos partidos va a la final. Millonarios sigue vivo con el empate frente a Bucaramanga, pero dependerá de terceros, es decir ganar los dos partidos y que Atlético Bucaramanga no sume los seis en disputa; lo mismo Junior que deberá recibir al Bucaramanga este sábado en el Metropolitano y rematar frente a Millonarios en Bogotá.

Así pues, hagan sus apuestas señores que esto se puso color de hormiga y para alquilar balcón. ¿Pero que pasa en lo futbolístico? ¿está muy parejo? ¿hay ventaja de los grandes? ¿ha incidido el arbitraje? todo esto se irá dilucidando poco a poco en el transcurrir de los 180 minutos restantes de la serie semifinal de los cuadrangulares.

Análisis

Analizando las posibilidades del Bucaramanga son de similar condición que la de los demás, es fuerte el Leopardo de visitante, eso está visto y ratificado, por eso no es extraño que saque un resultado que para otros resultaría batacazo, para nosotros no, y no porque seamos optimistas al extremis, no, es por lo que nos ha enseñado a través del campeonato en el ‘todos contra todos’ y lo que va del cuadrangular, si bien inició perdiendo con Pereira, recordemos que fue una derrota inmerecida por lo que demostró y mereció mejor suerte.

En Bogotá dio el zarpazo a Millonarios con un golazo de otro planeta de Micolta, el mismo que se atragantó de gol en una jugada increíble donde lo más difícil, lo más complejo, los más extraño era botarlo, y lo botó debajo del arco sin arquero y lo botó… es el blopper del año, cosas que suelen pasar y nos pasó en un momento no muy oportuno, pues un gol que puede significar el destino del ser o no ser.

Rafael Dudamel deberá estar inquieto por las formas como se está desarrollando la fase ofensiva del equipo, se perdió la contundencia que adquirió el conjunto en el transcurrir del campeonato, se olvidó todo, se regresó al inicio cuando al equipo le costaba proponer y hacerse al dominio sobre su rival. Lo del miércoles fue otra vez la señal que nuestros jugadores no toman buenas decisiones, que son torpes y aparatosos a la hora de exhibir un mínimo de inteligencia emocional o coeficiente futbolístico en la toma de las decisiones y la rapidez que se requiere para sorprender a su rival, ahí ya se sale de las manos del técnico si los jugadores no dan más ¡a veces crack … a veces palo! no hay ni siquiera término medio, condenando así las ilusiones y la fe.

Pero con todo y lo que se ha demostrado para todo tras partido, no perdemos la fe, este equipo es capaz de lo imposible, de lo impredecible, de eso nos plegamos para seguir soñando con la estrella y como dicen por ahí: !Lo que es de uno es pa’ uno, y si le van a dar le guardan!

¡Abrazo! Dios Bendiga